“El país debe mirar a bases que dan lugar a los DD.HH.”
La igualdad de género, la igualdad social, la igualdad de condiciones. El término igualdad precisamente alude a la base para el desarrollo de los seres humanos, y, sin embargo, si hasta antes de la pandemia el concepto no se cumplía a cabalidad, hoy la realidad se ha agravado aún más en Ecuador.
La pobreza, las necesidades educativas y la violencia intrafamiliar son algunas de las problemáticas que se han extendido por la emergencia sanitaria, y son motivo de preocupación, a tal punto que las Naciones Unidas optó por dedicar el Día de los Derechos Humanos, que se recuerda hoy, a la igualdad.
En ese marco, la ONU ha llamado a los países a reducir las desigualdades a través de la inclusión y la no discriminación, a que se instaure un enfoque de desarrollo basado en los derechos humanos que están vigentes cuando fueron declarados el 10 de diciembre de 1948.
Diagnóstico
Quizá uno de los elementos que más se mencionan es la desigualdad social y económica. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), hasta junio de 2021, la pobreza a nivel nacional se ubicó en un 32,2 %, mientras que, la pobreza extrema llegó al 14,7 %.
Esos índices son más agudos en el área rural: la pobreza alcanzó el 49,2 % y la pobreza extrema el 28 %.
Para elaborar esos datos, el INEC consideró que una persona pobre es quien recibe un ingreso familiar per cápita menor a 84,71 dólares mensuales, y una persona en extrema pobreza es quien percibe menos 47,74 dólares.
Ante esa realidad, y con el afán de disminuir las brechas, el Ministerio de Inclusión Social y Económica (MIES) realizó una primera actualización, el 1 de diciembre, de las personas que se benefician de los distintos bonos que se entregan cada mes.
Según Nancy Torres, coordinadora de la zona 6 del MIES, 85.962 personas, a nivel nacional, se sumaron a los nuevos beneficiarios de los bonos, mientras que, 45.000 fueron retirados de la lista porque ya no están dentro de los “deciles más bajos”.
“Hemos tenido el nuevo ingreso de personas que desde años atrás han estado esperando por este beneficio que justamente se encuentra entre pobreza y pobreza extrema”, explicó Torres.
Violencia
Otro de los elementos que sobresalen entre las problemáticas del país es la violencia de género. Solo en los primeros meses de la emergencia sanitaria, entre el 12 de marzo y el 31 de octubre de 2020, el ECU 911 receptó, a nivel nacional, 70.439 emergencias que tuvieron relación con la violencia contra la mujer u otros miembros del núcleo familiar.
Más grave aún es el número de mujeres y niñas asesinadas solo en este 2021: 172 (hasta el 15 de noviembre). La estadística llevó a que la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo configure como el año más violento para las mujeres y niñas desde que tipificó el femicidio en Ecuador.
Ante ello, decenas de organizaciones e instituciones han luchado y han solicitado políticas públicas reales que salvaguarden la integridad de las mujeres. Entre los grupos que se han juntado para promover, desde la academia, un país libre de violencia de género está la Red de Política y de Derechos Humanos de la Universidad del Azuay.
Precisamente la red, liderada por Damiano Scotton, organizó una serie de conversatorios que se cumplieron ayer en las seis facultades de la universidad cuencana.
El objetivo de esos encuentros a los que asistieron estudiantes y docentes fue hablar sobre la violencia y la igualdad de género, un tema que necesita tocarse y abarcar lo urgentemente en el país.
“Muchísimas veces piensan que les damos a grupos sociales más derechos, pero no es así que haya derechos de las mujeres, de los pueblos indígenas. La cuestión es que son parte de la población que históricamente han tenido muchos más problemas en acceder a los mismos derechos”, opinó Scotton.
El director de la red agregó que, además de llenar esas brechas que se agrandan mucho más en algunos sectores de la población, el Ecuador necesita regresar a las bases y al origen para comenzar a enseñar los derechos humanos.
“El Ecuador es uno de los países que más ha firmado instrumentos de derechos humanos en el mundo, pero después las acciones concretas se retrasan un poco. Hay que tratar de direccionarlas y para eso hay que volver a las bases”, dijo Scotton.
Oportunidades
Parte de los pedidos realizados por las Naciones Unidas consta la protección de los derechos de los jóvenes, en los que se incluya empleos decentes y cobertura social, ya que la generación actual corre el riesgo de ser víctima de los efectos de desigualdad y pobreza crecientes.
Y, si para las jóvenes es difícil encontrar un trabajo en las condiciones actuales, el camino es muchísimo más complicado para las personas con discapacidad.
“Nosotros pedidos oportunidades laborales para ser más independientes y útiles para la sociedad. Queremos que nos abran las puertas”, dijo Cristina Aguirre, miembro de la Fundación El Trébol.
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32,2 por ciento es el porcentaje en el que se encuentra la pobreza a nivel nacional. Gran parte de esta estadística se encuentra en las zonas rurales.
172 asesinatos contra niñas y mujeres se registraron entre enero y noviembre de 2021. Para organizaciones ha sido el año más violento en el país. (AWM)-(I)