Mientras se hidrata, por el sofocante calor que cubre la pista Jefferson Pérez, en Miraflores, el marchista Claudio Villanueva observa a sus nuevos compañeros de equipo de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024.
“Mire, allí están campeones panamericanos, sudamericanos, medallistas mundiales… Ya quiero entrenar para no quedarme atrás. Como ve, son buenos deportistas y buenas personas”.
A los pocos minutos pasan por su frente, a buen ritmo, Andrés Chocho, Daniel Pintado, Mauricio Arteaga y la brasileña Erica Rocha de Sena. Todos, con experiencia en diversas citas olímpicas veraniegas, decidieron hacer un solo equipo con la planificación de Andrés y la asistencia del marchista olímpico Fausto Quinde y del profesor Carlos Vele.
“Ya quería hacer un cambio. Respeto a todos los entrenadores que han pasado por mi vida deportiva desde Luis Chocho, Juanito Chocho, José González, José Marín, todos muy buenos entrenadores, pero después de Tokio decidí, con cabeza fría, entrenar con Andrés (Chocho), esperemos que Dios nos ilumine y nos bendiga y tengamos estos tres años llenos de éxitos”.
Villanueva está en una etapa general de entrenamiento. Recién empezó a trotar un poco luego de la intervención quirúrgica en sus rodillas. “Hicimos un buen tratamiento en Quito, nos pusieron plasma en las dos rodillas. En la izquierda me diagnosticaron una condromalacia (degeneración) de tercer grado en el cartílago, una distensión de los ligamentos cruzados y un menisco roto; en la derecha, las lesiones son mínimas”.
La evolución es positiva. Asegura sentirse bien, tal así que acompaña a sus compañeros en el entrenamiento con suave trote. “Antes no podía correr ni caminar, incluso al amarcar a mis hijos eran unos dolores fuertes en la parte de la lumbar, en la parte de las rodillas y a nivel de glúteos… Ahora ya estamos corriendo, esperemos lo más pronto, ponernos bien físicamente, confío mucho en la planificación de Andrés”.
La lesión lo venía acarreando desde años atrás y en silencio. “Yo tenia un dolor en la rodilla, pero nunca paré, nunca le dije a Lucho (Luis Chocho) que me dolía. Para Claudio Villanueva tiene que ser imposible marchar, para parar… Cuando terminaba de entrenar eran unos dolores fuertes, entonces ya me ponía a preocupar, pero me permitía entrenar duro”.
El 14 de febrero de 2021 aseguró su clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio al marcar 3h47m56s en el Campeonato de España. “Cuando regreso de España, comienza unos dolores bien fuertes en la rodilla que ya no era normal, entonces me hice una ecografía que detectó mis lesiones. Paramos un tiempo, pero cada vez iba perdiendo músculo, fuerza”.
El marchista de 33 años pensó en salir por su cuenta de la situación. “No comuniqué a nadie que estaba lesionado, pero después ya se me fue de las manos y no se pudo hacer nada…”. ¿Y los médicos dónde estaban? “Trabajaba con los médicos, pero ya Dios quiso así, no culpo a nadie, en verdad, esto ya pasó, ahora es virar la página y seguir adelante”.
Tras la eliminación de la prueba de los 50 km marcha, Villanueva se apunta para los 35 km. En febrero anhela entrenar a la par de sus compañeros de cara a las competiciones del nuevo ciclo olímpico.
La tranquilidad que le genera la evolución positiva de su lesión, se contrapone a la preocupación por no saber si está o no considerado para las becas del nuevo Plan de Alto Rendimiento. El Ministerio del Deporte aún no hace público la nómina de los deportistas beneficiarios.
“Hay temor porque no fue un año muy bueno, en verdad, personalmente, solo se tuvo una buena competición en febrero con 3h47m en 50 km que ya ni hay, ahora será 35 km, entonces si está en mi cabeza en qué beca estaré… Espero estar en el Plan de Alto Rendimiento para poder seguir con mis entrenamientos”. (BST)-(D)