La aerolínea Equair inició este lunes operaciones en Ecuador con dos vuelos entre Quito y Guayaquil, a los que espera sumar en el futuro otro que conecte esas ciudades con las islas Galápagos, informó la compañía en un comunicado.
La aeronave Cóndor, bautizada en honor a la representativa ave andina que figura en escudo ecuatoriano, despegó a las 8.00 de la mañana (hora local) del aeropuerto de Quito y aterrizó a las 8.50 en el de Guayaquil, donde llegó a la hora prevista y fue recibida con un arco de agua al tratarse de un vuelo inaugural.
Lo hacía después de que la aeronave Albatros de Galápagos, partiera de Quito a las 6.20 y aterrizara en Guayaquil a las 7.10 de la mañana.
Ambos aparatos son Boeing 737-700 NG y forman parte de los cuatro con que cuenta la compañía que arranca operaciones en el país, con unas tarifas económicas y una política de compensación de la huella de carbono.
En ambos trayectos inaugurales viajaron autoridades nacionales y municipales, representantes del gremio turístico, empresarios y reconocidos influenciadores, detalló la aerolínea en la nota de prensa.
Equair busca competir con las compañías Latam y Avianca, con siete nuevas frecuencias diarias, una de las cuales se extenderá hasta las islas Galápagos.
El ingreso de la nueva aerolínea en el mercado viene propiciado por la salida de Tame del circuito nacional después de casi sesenta años, dejando un vacío en la oferta que no se sintió el año pasado por la pandemia de la covid-19, aunque sí a medida que Ecuador se reactiva económicamente.
La compañía pública Tame, que cubría gran parte del territorio nacional, fue desmantelada en 2020 por una abultada deuda y la imposibilidad de reflotarla tras varios años de intentos.
En el país operaban hasta ahora tres aerolíneas: Latam, Avianca y la más pequeña Aerorregional, esta última con conexiones a Loja, Guayaquil y Coca.
Las dos más grandes conectan a Quito con Guayaquil, su frecuencia más alta junto con la de Galápagos, pero también con Cuenca, Manta y Coca.
Con cuatro aviones Boeing 737-700 en leasing, la frecuencia planificada agregará una oferta de un millar de asientos diarios a la conexión entre las dos capitales del país, Quito, la política, y Guayaquil, la comercial.
No se espera una caída en el precio de los billetes por los altos costos operativos —solo hay un aeropuerto en cada destino—, y la demanda existente.
El proyecto nace además con una política obligatoria de compensación por la huella de carbono de cada pasajero, y la intención de impulsar otros vectores productivos nacionales. EFE
