No solo las paredes, los pisos, las aulas, los pasillos y los sitios abiertos de lo que alguna vez fue la Unidad Educativa Febres Cordero guardan una parte de la historia de la ciudad.
Debajo del patio también hay vestigios de la Cuenca de antaño, de lo que hubo antes de que se levantara el edificio en donde estudiaron cientos de niños y adolescentes.
Según un estudio que lleva adelante la Dirección municipal de Áreas Históricas, debajo del patio, que usaron estudiantes y deportistas en el tradicional Mundialito de los Pobres, hay elementos que estuvieron allí antes de la construcción de la emblemática infraestructura, cuya inauguración oficial se registró el 12 de agosto de 1900.
Sobre la existencia de vestigios ya había una presunción, por lo que, cuando iniciaron las primeras obras de intervención a finales de 2020 se tenía un plan para hacer un estudio arqueológico.
Un año después iniciaron los estudios de prospección arqueológica a través de un “georadar”. Con la realización de ellos se tuvo una primera aproximación sin remover el piso, y, solo una vez que se identificaron “anomalías” bajo el suelo, se trazó un primer cuadrante de intervención.
En lo trazado se intervino con 19 unidades de muestreo arqueológico en las que se encontraron canales que datarían de finales de la colonia y principios del periodo republicano.
“Los canales es uno (de los encontrados) antes del periodo republicano por las características constructivas. Tenemos muros y evidencia material que está asociada a basurales domésticos, posiblemente. Allí hemos encontrado porcelana, vidrio y restos óseos de animales”, explicó Juan Pablo Vargas, responsable de la Unidad de Arqueología de la Dirección de Áreas Históricas.
Lo que encontró el equipo de arqueología se llevó a un laboratorio, que comprende la fase dos del estudio, en donde se está organizado el material de diagnóstico y no diagnóstico para dar una respuesta histórica, como, por ejemplo: qué es colonial, qué es porcelana, y la cuantificación de lo hallado.
Por ahora se está organizando y analizando lo que se encontró en los basurales domésticos que funcionaron antes de la construcción del edificio que también guarda un patrimonio en sus paredes.
Murales
Mientras se estudian los materiales que reposaban debajo del “Febres”, el restaurador Eddy Chalco realiza las calas y los estudios para identificar la pintura mural que cubrían las paredes externas e internas del edificio.
Por el momento, Chalco ha encontrado entre 6 y 8 capas de pinturas que cubren los murales que, se especula, fueron hechos por un círculo cercano al artista Nicolás Vivar.
Se espera que hasta marzo se cuente con un estudio preliminar de la pintura mural, cuya extensión, se estipula, puede llegar a los 1400 metros cuadrados.
“Una vez que tengamos identificadas las capas, la estratigrafía, la parte histórica, se hará la interpretación de los elementos para saber si era religioso, ornamental, qué simbolizaba en la época en la que fue realizada”, explicó Chalco a El Mercurio.
Hasta entonces, por otro lado, informó el director de Áreas Históricas, Felipe Manosalvas, avanza un estudio estructural que permitirá consolidar al edificio ya que se identificó fallas en algunos elementos de una infraestructura que guarda las huellas del pasado de la ciudad. (AWM)-(I)