Turismo, pilar de Santa Isabel

Santa Isabel conmemora, por segundo año consecutivo, sus fiestas de cantonización de manera simbólica, dadas las circunstancias por la pandemia. El cantón, ubicado al suroccidente del Azuay, cumple hoy 77 años, en medio de una reactivación económica y turística que va en progreso.

La celebración inició el pasado fin de semana, con la elección de la Reina, mientras que hoy por la mañana tendrá lugar la misa de acción de gracias y la colocación de la ofrenda floral, y por la tarde, la Sesión Solemne, con un aforo limitado.

Ernesto Guerrero, alcalde de Santa Isabel, recordó que su administración ha tenido que afrontar una deuda de cuatro millones y medio de dólares, sumada a un paro nacional y posterior declaratoria de pandemia, sin embargo, hoy el cantón ha podido mantenerse organizado, con mejores condiciones de vida y con importantes fuentes de trabajo, dado que muchos inversionistas a nivel de país han puesto sus ojos en esa localidad.

“Hemos avanzado en materia vial de forma mancomunada con la Prefectura del Azuay, y hemos asfaltado seis kilómetros de vías urbanas en las parroquias de Shaglli, Cañaribamba, Abdón Calderón y el centro urbano”, sostuvo Guerrero.

Además, agregó que se ha brindado apoyo en cuanto a sistemas de riego, puesto que dicho cantón es agrícola y ganadero. Asimismo, la actual administración ha avanzado con el lastrado de alrededor de 150 kilómetros en vías rurales. No obstante, Guerrero subrayó que la inversión en turismo es también importante.

Obras de magnitud como el mercado cantonal, el camal municipal, el plan maestro de agua potable y alcantarillado, y la regeneración en la entrada de Santa Isabel (sector El Ramal), son algunas de las que quedan pendientes por ejecutar.

Institución francesa revisará esta semana las herramientas para levantar información.

Atractivos

En gran parte, el desarrollo económico y turístico de ese cantón se debe a actores sociales, migrantes que regresaron a la localidad. Construcciones, quintas, restaurantes y hosterías han sido los proyectos que, en los últimos años, han permitido que el cantón crezca de manera acelerada. A esto se suman los eventos turísticos, tales como las competencias de montaña que atraen a numerosos atletas y a más de 3.500 turistas.

Con esa visión, sectores turísticos que históricamente permanecían abandonados, hoy están siendo repotenciados para la atracción de visitantes, y de hecho, uno de los proyectos que se ha encargado de la difusión de los atractivos de Santa Isabel es la Organización de Convenciones de Bienestar “Inti Kamari”. Wilson Ochoa, director y fundador del referido grupo, menciona que su familia tiene una relación con el Valle de Yunguilla desde hace tres generaciones.

Su abuelo, Aurelio Ochoa, vivió en las inmediaciones del río Jubones con su finca de producción de caña y alcohol.

“Nosotros retornamos al Valle de Yunguilla hace seis años y abrimos este espacio de hospedaje y de salud consciente, de bienestar. Hemos sido parte de este proceso para mejorar la estética, la propuesta culinaria y turística”, indicó Ochoa.

El Desierto de Jubones, el Desierto de Sulupali, Carachula, la Piedra del Cóndor son los principales atractivos. Además, quienes se hospedan en Santa Isabel pueden visitar la Ruta de las Cascadas que se extiende desde Sarayunga hasta Pasaje, y por otro lado, el Chorro de Girón y la Laguna de Busa, que están cercanos.

“El Valle de Yunguilla también es un centro de parada para visitar las recientemente descubiertas ruinas de Yacuviñay, un monumento arqueológico que está en Pacha, vía a Zaruma.

Esperamos que las personas visiten la Isla de San Gregorio, que es una alternativa a la playa”, refirió Ochoa.

De agricultura al turismo

En las últimas tres décadas, Santa Isabel ha pasado de ser una zona agrícola y se ha enfocado a potenciar el turismo, según recuerda César Espinoza, propietario del restaurante “El Ramal”.

“En Santa Isabel, la agricultura poco a poco ha ido cediendo paso. Hoy se caracteriza más por sus atractivos turísticos, por sus quintas vacacionales”, indicó Espinoza.

A pesar de las dificultades el sector de hoteles, restaurantes y catering se ha reactivado de manera significativa, aunque existe temor por un posible nuevo confinamiento.

Por ahora, el cantón se mantiene en “semáforo rojo” y cumpliendo con las disposiciones del COE Nacional respecto a los aforos, presentación de carnés en los establecimientos y otras medidas sanitarias. (LCH)-(I)

REM

REDACCION EL MERCURIO

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