Hace un año, la Univers i d a d Católica de Cuenca, a través de su Centro de Investigación, Innovación y Transferencia de Tecnología (CIITT), firmó un convenio con la Empresa Municipal de Aseo (EMAC EP) para procesar el plástico duro que termina en el relleno sanitario sin una segunda oportunidad de uso.
La idea era que las tinas, los envases y los residuos de guardachoques que se acumulan en las latonerías de Cuenca pasaran por el Laboratorio de Economía Circular que tiene la CIITT para transformarlos en nuevos productos.
En este caso, una vez que se hizo el convenio con la EMAC EP, la empresa municipal empezó a entregar el plástico duro que no se recicla, sino que se mezcla con restos orgánicos para ser trasladados hasta Pichacay.
Hasta ese entonces, ese tipo de plástico no era recolectado por los recicladores porque en la ciudad no había la tecnología y el conocimiento para procesarlo.
“Hace tres años el proyecto surgió al interior de la Universidad Católica de Cuenca. Lo primero que se hizo fue desarrollar la tecnología para procesar el plástico de una manera adecuada, y, una vez que se logró dominar el proceso, se firmó con un convenio con la EMAC EP”, explicó Diego Morales, docente investigador.
Dentro del trato entre ambas instituciones fue que el Laboratorio de Economía Circular procese 11 toneladas de plástico para elaborar mobiliario para los parques y espacios de las parroquias rurales de Cuenca.
Hasta el momento, los técnicos han procesado ocho toneladas de plástico duro. De este trabajo surgieron mesas, bancas, pasamanos y macetas gigantes que ya fueron instalados en Quingeo, Turi, El Valle, Ricaurte, Tarqui, Baños, Paccha y en las orillas de la laguna Llaviucu, en el Cajas.
“Lo que hacemos es una revisión del material que nos han traído, lo seleccionamos, lo cortamos, lo trituramos y se preparan los moldes para darle la forma al producto que queramos. Se pueden hacer muchísimas cosas. Es una oportunidad de darle una vida nueva al plástico que se bota en el relleno sanitario”, dijo Xavier Calle, técnico del Laboratorio de Economía Circular.
Proyecto
Se cree que, de acuerdo a las proyecciones de las personas que están detrás del proyecto de reciclaje, a diario, en Cuenca, no menos de diez toneladas de plástico duro son llevadas al relleno sanitario en Pichacay.
Por esa razón es que los técnicos piensan que el proyecto debe continuar y crecer para evitar que, por ejemplo, los envases de champú, las tinas de ropa o los restos plásticos de los vehículos se acumulen sin una segunda oportunidad para transformarlos y darles otro uso.
“Con tres o cuatro personas, en máximo cuatro días tenemos armada una banca o una mesa o un macetero que durará más de cincuenta años. Debemos pensar en ello. Ese es nuestro objetivo”, agregó Xavier Calle.
Una vez que en el CIITT se culmine de procesar las 11 toneladas de plástico duro, l a Universidad Católica de Cuenca espera que se renueve el convenio con la EMAC EP para aumentar la capacidad de trabajo, ya que, con las estadísticas del plástico que se genera a diario, hay una gran oportunidad de reciclar.
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– El mobiliario elaborado a partir de la trituración del plástico fue instalado en las áreas verdes de las parroquias rurales de Cuenca.
– Una de las investigaciones mostró que los guardachoques y guardafangos sirven para hacer mesas, sillas, entre otros objetos.
– Se cree que, en Cuenca, a diario, se va al relleno sanitario 11 toneladas de plástico que podrían reutilizarse con el procesamiento adecuado.
– Las personas que tengan el plástico pueden donarlo en el CIITT de la Universidad Católica de Cuenca, ubicada en Ricaurte.(AWM)-(I)