Xavier Montezuma y Samara Álvarez tienen 25 años de casados. Ellos son una pareja que comparten el gusto por los deportes de aventura como el ciclismo, montaña y caminatas. Xavier dice que en esta relación prevalece el respeto a la independencia a los espacios que cada uno tiene de manera individual.
Ximena Tapia, cuencana, y Stephan Seemann, alemán, cumplirán dos años viviendo como pareja y aseguran que en su relación existe el compromiso de que estarán juntos mientras cada uno decida elegirse y acompañarse.
Las dos parejas buscan romper patrones de relaciones amorosas cargados de sentidos de pertenencia, control, de sacrificar la felicidad individual por complacer al otro o hacer cargo a la pareja del bienestar propio.
Pareja aventurera
De esto está seguro Xavier, quien junto a Samara han viajado a varios países, escalado montaña, realizado caminatas de varios días, viajado en bicicleta, recorrido lugares que no conocían.
Él hacía estas actividades antes de conocerla y ella se unió. “Los dos hemos sentido la necesidad de hacer estas actividades. No es que el otro está dejando de hacer cosas para ayudar o cediendo su espacio. Hemos tenido metas y desafíos comunes”, comenta.
Asegura que pensar que existen roles masculinos y femeninos en la convivencia de pareja “son concepciones anacrónicas de la edad media” y agrega que “en la relación se comparten actividades, espacios y acciones por igual”, que lo importante es la independencia y por eso también hacen cosas por separado.
En este día que se celebra el Día del Amor y la Amistad reflexiona sobre lo que significa ser pareja como un espacio de la vida, “no es la totalidad. Lo importante es mantener equilibrio en los espacios, y estar juntos debe ser una decisión mutua y recurrente, no una obligación porque deja de ser divertido”.
Seres individuales
La psicóloga clínica Ayork Alvarado, dice que la base para construir personas individualistas, que forjen su amor propio, es comenzar con una crianza positiva desde que los niños tienen uso de razón -a partir de los cuatro años- cuando crean su independencia.
Esta educación debe relacionarse con el entorno familiar porque al fomentar la independencia emocional, económica y sexual, “las tres razones principales para tener compromisos sanos en pareja en el futuro”, se tiene que educar con el ejemplo para no repetir patrones que pueden causar daño.
Explica que, en la adultez, para romper creencias erróneas del amor idealizado y basar las expectativas en la otra persona, es necesario establecer compromisos previos y desarrollarse de manera personal.
“El amor no es el enamoramiento. El enamoramiento es lo que hace un clic de entrada cuando dos personas se conocen y ese clic se va a deshacer en algún momento… el amor se lo construye después”.
Menciona que el amor tiene que ver con las conductas personales de los dos, “de elegir cada día estar juntos, de hacerse bien y vivir bien en conjunto. La decisión debe ser de ambas partes”, subraya Alvarado.
Compromisos
Escogerse cada día, hasta cuando cada uno lo decida, es el compromiso que adquirieron Ximena y Stephan.
Desde que decidieron vivir juntos, en plena pandemia, han ido entendiendo varias cosas: desde cómo era la vivencia de verse alejados a tenerse 24 horas, siete días a la semana con espacios para sí mismos y para sentirse libres.
Ximena dice que antes de vivir juntos acordaron algunos compromisos y otros llegaron con la convivencia propia.
En casa o en los espacios que comparten usan una tercera lengua para comunicarse, ni ella el español y ni él el alemán: se habla inglés.
“Esto hace que las tonalidades sean neutras… Al usar la lengua materna puede salir toda la carga emocional que puede ser fuerte; al hablar inglés nos da tiempo de buscar las palabras correctas y se bajan las emociones”, dice Ximena.
También han logrado comprender las diferencias culturales notorias y con acuerdos hablados respetan las decisiones que cada uno toma de manera personal, “buscamos que la palabra dicha sea palabra cumplida”.
Llegar a esto ha significado una construcción “fuerte” y que “rompió muchas cosas” en Ximena, quien se educó en un sistema católico y encontró en el feminismo respuestas que otras mujeres también cuestionaban de lo que se hacía en las relaciones de pareja.
Por eso con Stephan buscan que exista esa libertad, desarrollarse cada uno y caminar juntos como compañeros. “Sabemos que queremos estar juntos hasta cuando sea necesario. Sabemos que las personas somos muy complejas y que eso hace que nuestras sensaciones, pensamiento y proyectos de vida puedan cambiar”.
Bienestar
Alvarado recalca que el bienestar emocional depende de cada persona, que no se puede hacer cargo a la pareja ni al entorno de lo que cada uno siente, “eso es algo propio y se lo debe canalizar ante las circunstancias. La comunicación asertiva tiene que ver con la resolución de conflictos en pareja para llegar a acuerdos”.
Cambiar las formas de crianza y romper estas construcciones del amor romántico, de pertenencia, de seguir los mismos patrones del entorno familiar o social, depende de una decisión personal, asegura.
“Podemos decirnos: voy a comenzar a reconstruirme yo para construir una vida diferente con mi pareja o mis hijos”, concluye la profesional. (CMR) (I)