Las escaramuzas políticas, definitivamente, forman parte de nuestra vida comunitaria. Se han puesto a imaginar un Ecuador sin insultos entre la clase política dirigencial?, sin cambios de camiseta?, sin mayorías “flotantes” en la Asamblea Nacional?, sin amenazas de sacarse los cueros al sol?, sin denuncias de corrupción?, sin arreglos politiqueros por debajo de la mesa?, sin contubernios que harían palidecer de envidia el mismísimo cardenal Richelieu? ¡Difícil! De allí que la posibilidad, o más bien certeza, de que se unan las huestes del correismo, del socialcristianismo y de una fracción de Pachacutik, para “merendarse” a doña Guada y su corte de honor, no me parece algo extraordinario, más aún, desnudando los motivos que hoy unen a tiros y troyanos.
La bancada correista apunta a las amnistías e indultos para los de la banda. Su objetivo al hacerse, junto con la nueva “sociedad”, de la conducción de la Asamblea, es el de poner en libertad a los presos del correismo, no devolver la plata y permitir a los prófugos su retorno triunfal al país. ¡Eso nomás!
La dirigencia socialcristiana, no ha logrado sacarse el clavo de que, en la elección de autoridades legislativas, el gobierno y sus socios les dejaron “con la bata alzada”, y ello, al interior del edificio Valra, en la “Perla”, se considera una deuda de honor ¡Y las deudas tienen que ser saldadas! Además, los hechos sucedieron como si les hubieran visto cara de pendejos, y ello es una afrenta digna de venganza.
Los asambleístas de Pachacutik, antiLlori, tienen el número telefónico del “innombrable” de Bélgica y se han quedado fuera del reparto de la torta. Les dicen los “incómodos”, por lo que andan solo bravos y malhumorados. Nunca fueron partidarios de la designación de doña Guada aunque votaron por ella por disciplina partidista. La nueva mayoría, tras sus metas, no reparará en las disposiciones que haya que violentar ni en las estrategias al respecto. ¿Habrán colocado en su agenda la promulgación de alguna ley que tenga que ver con el progreso del país o estarán armando más bien sus arengas políticas para las próximas elecciones? (O)