Esa es la sensación que tenemos quienes amamos a nuestra Patria con desinterés y sin mezquinos afanes y de enriquecerse sea como sea y a cualquier precio.
Ver esa Asamblea Nacional formada por un enorme grupo de personas que, en su gran mayoría, no tienen la más mínima idea de para que fueron elegidas, es algo doloroso y vergonzoso. Respeto, como el que más, el trabajo digno de todos los ecuatorianos, siempre que sea honrado puede ser lo que sea, igual es un barrendero de calles que un doctor, igual un conductor de transporte que un ingeniero, y así. Pero la preparación de esos trabajadores no es igual en todos los casos. Hay algunos que se han preparado en el manejo de las leyes, otros en la administración de la cosa pública, en hacer carreteras unos y otros en manejar la maquinaria en esta tarea. La función de la ama de casa o de la pulpera, igual son respetables, pero no están capacitadas para elaborar leyes o juzgar a los altos funcionarios del Estado. Pero como, por su función de Parlamentarios, y Parlamentarias, para usar el ridículo “lenguaje inclusivo”, deben ocuparse de ambas cosas, y como no entienden nada de eso, alzan la mano según lo hagan los “dueños” de los partidos y movimientos que les dieron el empujón. Y más doloroso es saber que ni estos tampoco entienden ni saben nada.
Y con esas limitaciones se atreven a tratar asuntos delicados y que requieren de conocimientos indispensables, como la terminación del embarazo, por ejemplo, es algo que duele y molesta. Y por si todo eso fuera poco nos toca ver algo inconcebible: el Partido Social Cristiano aliado ahora con el correísmo y parte de PK para conseguir mayoría para los indultos y amnistías y conseguir la designación a su antojo del tal CPCCS y con ello tener Contralor, Procurador, Fiscal General, Jueces, vocales electorales, etc. En esa forma pretenden lograr la exculpación de los prófugos y atracadores de la peor época de la historia del país y asegurar el fraude electoral para que regresen a seguir robando. Tenía una mejor opinión de Nebot pero ya veo que, desgraciadamente, es de la misma clase. (O)