Ni fueron tantas ovejas, ni el responsable es un puma. El Ministerio del Ambiente informó que, a través de la colocación de trampas – cámara, se resolvió el misterio de la muerte masiva de estos animales, que se produjo en 21 comunidades de la provincia de Cotopaxi.
“En relación con los eventos ocurridos días atrás sobre supuestos ataques de puma a 1.200 ovejas en la Sierra centro del país, se realizó una verificación en campo, donde se constató que el número de animales de corral afectados son máximo 80 y se confirmó que el ataque fue producido por perros ferales”, informó la institución.
Según se resaltó en el Ministerio, se hizo una investigación minuciosa debido a que las acusaciones en contra del puma que habría ocasionado las muertes podían desencadenar en ataques a estos animales, por parte de las comunidades.
Glenda Ortega, subsecretaria de Patrimonio Natural, hizo un llamado a “respetar la vida silvestre y solicitar apoyo de manera anticipada y pertinente para solucionar cualquier conflicto”, pues quien atente contra este tipo de animales, según señala el artículo 247 del Código Integral Penal, podrá ser sancionada con prisión de uno a tres años. (ASM)-(I)