Rusia ataca Leópolis y asedia otras regiones

Rusia continuó ayer sus ata ques contra varias ciudades ucranianas, como Mariúpol y Leópolis, y regiones, como las de Kiev y Járkov, pese a haber anunciado que daba generalmente por finalizada la primera fase de la ofensiva militar en Ucrania para centrarse en la “liberación completa” del Donbás, en el este del país.

Las fuerzas rusas continúan centrando sus esfuerzos en la asediada ciudad portuaria de Mariúpol, en el sureste y perteneciente a la región de Donetsk, en el Donbás, dijo el asesor del jefe de la Oficina Presidencial de Ucrania, Oleksiy Arestóvych.

El Mando General de las Fuerzas Armadas de Ucrania afirmó además en su último parte militar que las localidades en la región de Jersón, en el sur, “hay un aumento del terror hacia la población local por parte de los ocupantes”. Según la inteligencia militar británica, Rusia mantiene el bloqueo a Járkov, en el este; Chernígov, al norte; y Mariúpol.

El alcalde de Chernígov, Vladyslav Atroshenko, señaló hoy que 200 civiles han muerto en una “ciudad que está hecha pedazos” y en la que solo quedan entre 120.000 y 130.000 ciudadanos, prácticamente la mitad. “Nadie va a entregar la ciudad”, recalcó, según recoge el periódico Ukrayinska Pravda.

Contraataques

Arestóvych recalcó que las Fuerzas Armadas de Ucrania están llevando a cabo una operación de defensa estratégica y en algunas ciudades contraatacan y lanzan misiles y ataques aéreos de artillería “de manera muy eficaz” contra las tropas rusas.

El Ministerio británico de Defensa ya advirtió ayer, en su último análisis de la ofensiva militar rusa en Ucrania, que Rusia proseguirá su asedio sobre ciudades ucranianas, que son víctimas de bombardeos aéreos y de artillería.

Según dijo el ministro para el Desarrollo de Comunidades y Territorios de Ucrania, Oleksiy Chernyshov, las tropas de Rusia han destruido unas 4.500 casas, 100 negocios, unas 400 instituciones educativas y 150 centros de salud.

Eso sí, Londres indicó que Rusia previsiblemente optará por no entrar en combates urbanos con su infantería para limitar sus “ya considerables bajas”, por lo que continuará probablemente los bombardeos a costa de más muertes civiles.

El Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia aseguró el viernes que inicialmente no planea asaltar ciudades “para evitar su destrucción y minimizar las pérdidas entre los soldados y civiles”, pero añadió que “no excluye esta posibilidad”.

Para el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, en inglés), con sede en EEUU, la afirmación de Moscú de que se centrará a partir de ahora en el Donbás, “podría indicar que Rusia ha reducido sus objetivos y ahora estaría satisfecha con controlar la totalidad de las regiones de Donetsk y Lugansk”.

No obstante, considera que “esa lectura probablemente sea inexacta”, ya que las “fuerzas rusas en otras partes de Ucrania no han dejado de luchar y no han dejado de intentar avanzar y apoderarse de más territorio”, además de “atacar y destruir pueblos y ciudades ucranianas, y cometiendo crímenes de guerra”. Moscú/ Leópolis.

Los Insultos de Biden no favorecen

El Kremlin sostuvo ayer que los insultos del presidente de EEUU, Joe Biden, a su homólogo ruso, Vladímir Putin, reducen la posibilidad de mejorar las relaciones entre Washington y Moscú. “Un líder debe mantener la calma”, declaró el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, a la agencia oficial TASS, después de que Biden llamara “carnicero” a Putin tras reunirse con refugiados ucranianos en Polonia.

“Y, por supuesto, esos insultos personales reducen la oportunidad de mejorar nuestras relaciones bilaterales. Hay que ser consciente de esto”, señaló Peskov, quien además se mostró sorprendido por las acusaciones de Biden contra Putin.

“Después de todo, él es el hombre que una vez exigió, hablando en la televisión de su país, que se bombardeara Yugoslavia. Exactamente, bombardeos de Yugoslavia.

Exigió matar a gente”, aseveró Peskov. “Por lo tanto, por supuesto, es al menos extraño escuchar tal cosa de él”, enfatizó. (EFE)

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba