Lima.- «La mejor manera de mantener la unidad del español es respetando la diversidad», consideró en Lima el poeta y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quien se encuentra en Perú para preparar el Congreso Internacional de la Lengua Española, que se celebrará en Arequipa el próximo año con el objetivo de realzar la riqueza del mestizaje de la lengua.
«La ciudad blanca» acogerá en marzo de 2023 la IX edición del Congreso Internacional de la Lengua Española, que no se celebra desde 2019 debido a la pandemia, en colaboración de las autoridades del país andino, las academias de las lenguas y el Instituto Cervantes.
«Arequipa es un punto de referencia para lo que queremos tratar, el mestizaje y el diálogo de cultura en el español», dijo García Montero en una conversación con Efe.
«Hemos comprendido desde hace tiempo que el idioma no tiene centros», señaló el poeta, quien indicó que el español, al ser la segunda lengua con más hablantes del mundo, no hace falta protegerlo y goza de muy buena salud, pero insistió en que «es muy importante respetar sus variedades».
Desde 2018, García Montero ocupa la dirección del Instituto Cervantes, posición desde la cual ve fundamental aclarar que el español «no se habla mejor en Salamanca que en Sevilla, ni se habla mejor en el Río de la Plata que en Bogotá».
«Cada cual habla en español como se habla maternalmente en su territorio», sostuvo.
Afirma que le interesa defender como poeta y como filólogo una institución que muestre que «enseñar un idioma no es enseñar un vocabulario, es enseñar un conjunto de valores».
«La cultura y el idioma español son un espacio donde se defienden valores democráticos, las identidades abiertas y la posibilidad de convivir con otras civilizaciones, tanto indígenas propias de Latinoamérica, como con otras culturas en Europa o el mundo», señaló.
También explicó que el Instituto es una institución joven en comparación a sus homólogas francesas o alemanas porque esta tenía que ser «necesariamente democrática», en referencia al «imperialismo hueco» y la centralización de las lenguas que se dio, en su opinión, durante la dictadura española (1939-1975).
MOMENTO DE FORTALEZA DEL ESPAÑOL
Con casi 500 millones de hablantes nativos, el poeta afirmó que tanto el idioma como la cultura hispánica se encuentran en un momento de fortaleza en el que las series de televisión distribuidas a nivel global en plataformas digitales o la música en español juegan un rol muy importante.
A García Montero no le preocupa que los acentos se mezclen en los distintos países hispanohablantes ni los anglicismos que entran de forma continua en el español, puesto que es un idioma fuerte y se trata de un fenómeno que se ha dado siempre: «En el siglo XVIII se pensaba que el francés sustituiría a nuestra lengua».
«Cuando son palabras que vienen a designar algo que necesitamos nombrar, se aceptan y se asimilan, y cuando son superfluas siempre acaba dominando la palabra tradicional en castellano que ya está. Me parece un poco de catetos utilizar palabras en inglés cuando ya disponemos de una palabra en español», explicó.
Pero al director de la Institución, que está presente en 94 ciudades y 47 países, le inquieta la imagen que el mundo hispano puede dar en el exterior y las consecuencias que esto puede acarrear, como la imagen de México asociada al narcotráfico que se ha instalado en el imaginario colectivo o la amenaza que suponía hablar español en Estados Unidos en la era del expresidente Donal Trump.
«Nos preocupa hacer del español una lengua de cultura, de ciencia, de tecnología para que represente valores de progreso, modernidad, democracia y mostrar que no se pueden hacer caricaturas con el mundo hispano», dijo el poeta en un hotel del barrio limeño de Miraflores.
UN IDIOMA VIVO QUE AVANZA CON LA SOCIEDAD
García Montero defendió a la Academia frente a una visión «purista» que la sociedad suele tener de ella y destacó la labor de filólogos latinoamericanos como Ricardo Palma o Andrés Bello, quienes incluyeron junto a muchos otros y hasta ahora términos en la Real Academia Española.
«Conforme la sociedad avanza, el lenguaje va cambiando y desde el Instituto Cervantes intentamos que las transformaciones del lenguaje acompañen a las mejores transformaciones de la sociedad», dijo en relación a temas como la lucha por la igualdad, a la que la lengua tiene que acompañar en el camino.
El poeta concluyó subrayando la importancia de respetar y no intentar corregir o juzgar el español que habla cada uno en su entorno, «nadie se tiene que considerar con la autoridad de decir «así no se habla».
«El idioma se mantiene vivo siempre que esté pegado a la vida cotidiana de la gente», concluyó. EFE