El “jueves santo” como quinto día de la Semana Santa, se celebra en muchas partes del mundo de manera particular entre los cristianos, cerrando el ciclo cuaresmal. La iglesia católica en este día conmemora la Institución de la Eucaristía en la Última Cena y el lavatorio de los pies realizado por Jesús.
Jueves Santo, que nos debe inducir a la reflexión en función de velar por la naturaleza, como: cuidar el agua, los ramos de palma, el cauce de quebradas y sobremanera respetar al prójimo y el hábitat de otros seres vivos como animales y plantas que tienen todo el derecho a vivir, caso contrario, podríamos vernos avocados como en la Última Cena a anticiparnos a un desfallecimiento del planeta tierra.
Los humanos, como se preconiza, que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, debemos abandonar el orgullo, discriminación, intolerancia ideológica, misoginia, xenofobia, y más odios, dando espacio a la modestia y el respeto hacia los demás, recalcando que hay seres humanos que se creen dueños de la verdad e incluso de vidas manifestados en guerras que generan dolor, muerte y destrucción.
El lavatorio de los pies según la religión católica simboliza el servicio a los demás, la humildad y la igualdad, valores que deberían practicarse sin distingos algunos, empero, en nuestro país se da exactamente lo opuesto cuando no pocos funcionarios públicos que desde que llegan a ocupar cargos y “carguillos” brillan por su petulancia, se hacen los difíciles, laboran en función muchas veces de coimas, adoleciendo de un complejo de superioridad típico de los mediocres, sinvergüenzas, aprovechadores y malagradecidos. Obvio, que hay excepciones, hombres y mujeres brillantes que practican la modestia y el servicio a los demás.
No somos perfectos ni portavoces religiosos, solo seres humanos que invitamos a meditar en este “jueves santo” sobre la “JUSTICIA INJUSTA” y realidad ecuatoriana, cuando hay algunos judas y muchos defraudados, engañados, desilusionados y hasta abusados, exactamente por aquellos que ofrecieron la salvación a un país que…NO ENCUENTRA RUMBO. (O)