Los físicos son los profesionales que menor riesgo tienen de ser reemplazados en un futuro cercano por máquinas, mientras que los carniceros y empaquetadores de carne enfrentan el riesgo mayor, según señala un método que mide el riesgo de que una profesión sea robotizada.
El método ha sido desarrollado por un equipo de científicos suizos, el cual revela que la inteligencia artificial no es la única amenaza al empleo humano, pues los trabajos físicos también podrán ser realizados más y más por robots.
En un estudio publicado hoy por el equipo, formado por especialistas en robótica de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) y de la Universidad de Lausana, se plantea una nueva manera de ver el impacto de la robotización en el empleo al apartarse de los análisis clásicos, que se concentran en los programas robotizados basados en la inteligencia artificial.
Estos incluyen los de reconocimiento de voz y de imagen, de consultoría financiera o los chatbot, que son aplicaciones que se suelen utilizar en la atención al cliente para ofrecer respuestas automatizadas a las dudas o preguntas más frecuentes.
«En cambio, nosotros no solo consideramos las aplicaciones informáticas, sino robots que pueden realizar trabajos físicos», explicó el director del Laboratorio de Sistemas Inteligentes del EPFL, Dario Floreano.
Para su predicción, los investigadores tomaron en consideración documentación de la Comisión Europa que describe docenas de habilidades que se requieren de los actuales y futuros robots, como la manipulación, la percepción, la sensación y la interacción con humanos.
Asimismo, se analizaron las patentes y las descripciones de los robots de última generación.
Cuando esa información se cruzo con los conocimientos y destreza para realizar alrededor de 1.000 trabajos se pudo determinar que los empleos que requieren que una persona trabaje haciendo movimientos con un nivel de precisión de un milímetro pueden ser realizados sin dificultades por un robot.
«Si el trabajo requiere esa destreza, tiene más probabilidades de ser automatizado que profesiones que requieren un pensamiento crítico y creativo», concluye el estudio.
Los autores crearon un algoritmo que predice el nivel de riesgo de automatización de cientos de empleos y sugiere alternativas de transición con el mínimo esfuerzo de formación, el cual es accesible, solo en inglés, en http://lis2.epfl.ch/resiliencetorobots. EFE