Bryan Rivera sonríe cuando recuerda que a veces no asistía a la hora de clases posterior al recreo por jugar fútbol con personas que le superaban en edad. La pelota fue su gran debilidad desde pequeño.
Nació en Quinindé, Esmeraldas. Tierra de José “El Negro” Valencia (+) uno de los 25 máximos goleadores históricos del Ecuador. Empezó a perfeccionar su técnica en la Escuela de Fútbol Sagrado Corazón.
Después llegó a la Academia Alfaro Moreno desde la que dio el gran salto a las formativas del Independiente del Valle. Aquí se detiene por un momento para recordar a Juan Carlos León (actual DT del 9 de Octubre).
“El Pechón” fue esa persona que le impulsó a continuar en el deporte. “Siempre apostó por mí, confiaba en mis cualidades”. El colombiano Alexis Mendoza le hizo debutar profesionalmente en 2017.
La regularidad que veía acumulando le hacía pensar que eligió bien su carrera, sin embargo, hace dos años tuvo dudas. “Cuando un jugador está sin actividad piensa muchas cosas malas, pero ahí estuvo siempre Dios dándome sabiduría para asimilar y tomar buenas decisiones”.
Llegar al Deportivo Cuenca fue una de ellas, confiesa. Le gusta la ciudad, el ambiente y la hinchada que tiene el Club. “Veo que a pesar de cualquier cosa siguen apoyando… nosotros siempre vamos a dar lo mejor para el equipo y para que ellos estén contentos”.
Por la velocidad que posee, los compañeros le empezaron a llamar “El Rayo”, como le apodaban al gran “sprinter” Álex Quiñónez (+). Aunque a veces le falta proyectarse más hasta la línea de fondo, en la última fecha fue el mejor lateral izquierdo y la LigaPro le ubicó en el 11 ideal.
“Me da una motivación extra para seguir creciendo, mejorando y demostrar el fútbol que puedo dar. Todavía no he llegado a mi tope. Yo puedo dar más y creo que cuando de más voy a tener grandes oportunidades”.
Según LigaPro, en el triunfo de visitante contra Cumbayá, Rivera “realizó cuatro entradas, cinco despejes y tres intercepciones, contribuyendo para que su equipo no recibiera goles. Ganó siete duelos individuales y realizó un remate”.
Bryan sigue de cerca la carrera de Cristiano Ronaldo. Ve en el portugués un ejemplo de sacrifico, lucha, dedicación y profesionalismo. En su posición considera que el brasileño Alex Sandro (Juventus) tiene una forma de jugar digna de emular.
En sus ratos libres aprovecha el tiempo con su familia, en especial con su hijo de cinco años. Intenta que el fútbol no sea un obstáculo para compartir momentos agradables con quienes le inspiran y le apoyan a seguir adelante.
“Pienso jugar los años que me permita Dios. El futuro no le tengo claro”, dice tras lanzar -entre risas- que no descartaría convertirse en representante de futbolistas. Su contrato con el Cuenca termina a fin de año. “Espero que me vaya muy bien y ahí veremos lo que Dios quiera”.