COLUMNISTA

Efrén, una sensible ausencia

No estuvo en la presentación de la revista “Casa Tomada” número siete, edición especial y homenaje póstumo al escritor Eliecer Cárdenas Espinoza, y su ausencia fue notoria si consideramos la cercana amistad con Eliecer, la condición de colaborador de la publicación y porque siendo integrante del colectivo Casa Tomada, era permanente animador de sus eventos, además de que, Efrén Paredes Roldán, era un asiduo motivador del movimiento cultural de la ciudad.

Más allá de sus virtudes como profesional del derecho, catedrático y ciudadano militante, quiero destacar el sincero compromiso social que orientó su vida, la vocación por la cultura hecho compromiso vital que contribuyó, junto a sus hermanos, a crear espacios de expresión artística como el Museo del Sombrero de la Paja Toquilla, la Casa Museo que rescata las bondades arquitectónicas y paisajísticas de las viejas casonas de uno de los  lugares emblemáticos de Cuenca como es el Barranco del río Tomebamba, como también destacar a la artesanía que identifica a Cuenca y la región. Centro que animó una inusual actividad cultural; desde su galería de arte exponiendo la obra de nuestros artistas plásticos; la sala de eventos y escenario de los famosos conversatorios culturales, conciertos y recitales; La “cava”, escenario para la bohemia, intérpretes, autores y cantautores; y desde la sala de teatro “Vinicio Jáuregui Roldán”, en memoria del insigne teatrero, escenario que acogió, generosamente, a las artes escénicas locales y nacionales.

Ahora que se nos adelantó en este tránsito cósmico, quiero recordar al amigo y ciudadano ejemplar que supo canalizar su compromiso social a través de la cultura y desarrollar una fructífera labor desde los ámbitos de sus vivencias y como el movimiento universitario, la Fundación “Paredes Roldán”, “Pintemos el Barranco” y desde el Colectivo cultural Casa Tomada. (O)

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