La «Lucho» Cordero celebra sus 105 años de fundación

En antaño, obtener un cupo en la Escuela Superior Luis Cordero tenía una connotación social importante, ya que la educación que se impartía a veces superaba a las instituciones educativas particulares.

El deporte y sus resultados también era otra característica apreciada por las familias que buscaban un lugar para sus niños en la escuela. En los campeonatos interescolares, la Lucho arrasaba, ya sea en el fútbol o el basquetbol.

Pertenecer a la Escuela Luis Cordero, para muchos, tenía el mismo significado que le daban en el siglo pasado los estudiantes que asistían al colegio Benigno Malo.

Cada uno de esos recuerdos han surgido desde hace un par de semanas, debido a que la escuela cumplió 105 años de fundación.

Y, como ya es costumbre, los ex alumnos empezaron a hablar de lo que significó la institución para ellos; mucho más en este año de reencuentros tras una emergencia sanitaria que parece que ya no está.

“Para mí fue una cosa inmensa cuando mis padres me trajeron a los cinco años. Éramos más de un millar de estudiantes. Era espectacular ver tanto niño jugando. En el patio había 25 partidos de fútbol al mismo tiempo. Era una locura”, recuerda Jakiro Feicán Guerrero, quien pertenece a la promoción del 87.

Entre quienes recuerdan con lucidez a la escuela no solo están los ex alumnos, también están los docentes y sus familias que tuvieron una relación muy cercana con la institución.

Un ejemplo de ello es Doris Álvarez, quien, además de ser profesora en la escuela, es hija de un ex docente que trabajó por treinta años en la Lucho.

“Mi papá ayudó mucho en el deporte. Muchos campeonatos ganados. Muchas medallas ganadas. Mi papá, con los niños de la escuela, ganó 15 campeonatos de fútbol”, dijo Álvarez a diario El Mercurio.

A más de deportistas destacados que estudiaron en la Luis Cordero, como Pablo Arévalo, ex jugador del Deportivo Cuenca, y Byron Piedra, también estuvieron personajes que hoy son empresarios y políticos.

“Yo creo que más allá de los personajes importantes para Cuenca, la Luis Cordero se caracteriza por los valores que se enseñan. La Lucho no es de Cuenca, ni del Azuay, yo creo que es de todo el Ecuador”, opinó Javier Suquilanda, quien fue estudiante de la Luis Cordero y ahora es el docente más antiguo de la institución por sus doce años ya laborados allí.

Organización

Otra de las características de la Escuela Luis Cordero, y que tienen pocas instituciones de la ciudad, es el empoderamiento de sus ex estudiantes no solo para organizar encuentros de promociones, como lo hará la propia escuela mañana, a las 08:00, en San Blas.

Como parte de los reencuentros y la estima a la institución, los ex alumnos han formado su propia directiva para tratar de ayudar a la escuela que tiene múltiples necesidades.

Desde la infraestructura que acoge hoy 1666 estudiantes y que necesita una serie de cambios, hasta la ayuda a los propios estudiantes en el aspecto social.

Para ello, la directiva de ex alumnos, liderada por Marco Palacios, organizó una rifa con el objetivo de reunir fondos y dotar, en primera instancia, de material didáctico y la conformación de un archivo digital.

Luego se espera, de a poco, solventar el resto de requerimientos que tiene una institución que espera convertirse en unidad educativa. Hasta entonces, las promociones se alistan para recordar mañana su paso por la escuela.

“La Lucho no estaba muerta, la Lucho estaba de pandemia, y ahora, en estos 105 años esperamos celebrar como se merece la escuela”, dijo Marco Palacios. (I)        

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba