Pekín (EFE).- China lanzó hoy con éxito al espacio la nave Shenzhou-14 con tres astronautas a bordo para que terminen de construir la estación espacial Tiangong, que el país asiático espera tener lista para finales de este año.
A la hora prevista, las 10.44 horas (02.44 GMT) de este domingo, la nave despegó desde la base de lanzamiento de Jiuquan, en el noroeste de China, mediante un cohete Larga Marcha 2F.
Los responsables de la misión espacial anunciaron momentos después del despegue y de que los paneles solares se desplegaran que el lanzamiento había sido un «completo éxito», y posteriormente confirmaron que la nave había entrado en la órbita designada con la tripulación en buenas condiciones.
A bordo de la nave, tres astronautas, Chen Dong, Liu Yang y Cai Xuzhe, que durante seis meses ultimarán la construcción de la estación espacial Tiangong («Palacio celestial», en mandarín).
Será la segunda misión para Liu Yang, la primera mujer china que formó parte de una tripulación espacial -la del Shenzhou-9 en 2012-, y para Chen Dong, mientras que será el debut para Cai Xuzhe, que no ha estado nunca antes en el espacio.
Sus predecesores de la Shenzou-13, Zhai Zhigang, Ye Guangfu y Wang Yaping, completaron 183 días dentro de esa nave, superando la estancia en el espacio de cualquier astronauta chino hasta la fecha.
TERCERA MISIÓN TRIPULADA
Así pues, la Shenzhou-14 será la quinta nave que visite la Tiangong y la tercera con tripulación a bordo, y su misión será la de preparar el acople de los tres módulos que compondrán la estación, el central Tianhe y los de laboratorio Wentian y Mengtian.
En la misión de la Shenzhou-13, los astronautas avanzaron en la preparación de la estación espacial china -incluyendo dos paseos espaciales, más de veinte experimentos científicos y recolección de datos-, mientras que los de la Shenzhou-14 y los de la venidera Shenzhou-15 deberán terminar definitivamente los trabajos de construcción de la Tiangong, que debería estar terminada para finales de 2022, según los planes originales.
La tripulación del Shenzhou-14 también será testigo, durante su estancia en órbita, del acoplamiento con el módulo central de la nave de carga Tianzhou-5 y de la nave espacial tripulada Shenzhou-15, la próxima misión del programa.
Además, con la asistencia de un equipo en tierra, los astronautas saldrán de la cabina presurizada del módulo de laboratorio Wentian y utilizarán por primera vez la cabina presurizada de ese módulo para realizar actividades extravehiculares en dos o tres ocasiones.
Asimismo, los astronautas continuarán con las ya tradicionales «Clases Tiangong», en las que conectan en línea con alumnos con el fin de promover la divulgación científica.
REGRESO PREVISTO PARA DICIEMBRE
Los tres astronautas de la Shenzhou-14 rotarán con sus reemplazos, los tripulantes de la Shenzhou-15, antes de regresar en diciembre a tierra.
Se prevé que la tripulación de la próxima misión realice también paseos extravehiculares además de ensamblar, probar y depurar cargas dentro de los módulos para la estación todo a punto.
La estación espacial Tiangong, cuyo nombre significa «Palacio celestial» en mandarín, pesará unas 70 toneladas y se espera que funcione durante unos 15 años orbitando a unos 400 kilómetros de la superficie terrestre.
Una vez completada, serán habituales las misiones en las que los astronautas pasen varios meses en la estación.
La Tiangong tendrá forma de «T», y el Tianhe se ubicará en el centro, con los módulos-laboratorio a cada lado.
El programa de la estación espacial tiene entre sus objetivos proveer «un laboratorio espacial que sirva para largas estancias de astronautas, así como grandes experimentos», comentó el año pasado Bai Linhou, uno de los responsables del diseño del módulo Tianhe.
En 2024, es probable que se convierta en la única estación espacial del mundo si la Estación Espacial Internacional, una iniciativa encabezada por Estados Unidos, se retira ese año tal y como está previsto.
En los últimos años, el programa espacial chino ha conseguido alunizar la sonda Chang’e 4 en la cara oculta de la Luna -primera vez que se logra- y llegar por primera vez a Marte, convirtiéndose en el tercer país -tras Estados Unidos y la extinta Unión Soviética- en amartizar. EFE