El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, que expuso abusos de EEUU en Guantánamo (Cuba), Irak y Afganistán, está más cerca de ser entregado a ese país después de que la ministra británica de Interior, Priti Patel, firmase la orden de extradición, aunque su equipo legal avisó que recurrirá la medida.
La ministra rubricó la orden después de que el pasado 20 de abril un tribunal británico autorizara la entrega del periodista australiano para ser considerada por el Gobierno del Reino Unido.
Assange lleva más de diez años confinado en el Reino Unido sin ser convicto, primero bajo arresto domiciliario a raíz de un caso de presuntos delitos sexuales ya archivado, y entre 2012 y 2019 estuvo refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.
Tras su salida de esa legación diplomática en 2019, después de que Quito le retirase el refugio, el periodista permanece en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, al este de Londres.
Al comunicar hoy la decisión, el ministerio de Interior señaló que, en virtud de la Ley de Extradición de 2003, la ministra debe firmar una orden de extradición si no encuentra argumentos para prohibirla y resaltó que las solicitudes de entrega son consideradas por ella una vez recibido el visto bueno de la Justicia.
ASSANGE RECURRIRÁ LA MEDIDA
Pese a todo, este no es aún el final del camino para el periodista, que tiene 14 días para recurrir la orden de extradición.
En rueda de prensa, la esposa de Julian Assange, Stella Assange, dijo hoy que la autorización del Gobierno británico a que el fundador de Wikileaks sea extraditado «no es el final del camino» y prometió «luchar hasta el final» para que no sea entregado.
La mujer se mostró consternada por la aprobación de la extradición, aunque reiteró que usará «cada hora del día para luchar por que se haga justicia. Él es muy fuerte. No es que esté acostumbrado a esto, pero tiene que luchar, y ése es su instinto y lo que vamos a hacer».
Según el Gobierno británico, «las cortes británicas no han encontrado que el proceso de extraditar a Assange sea opresivo, injusto o suponga un abuso de proceso».
«Tampoco han hallado que la extradición sea incompatible con sus derechos humanos, como el derecho a un juicio justo y a libertad de expresión», puntualizó un portavoz del Home Office.
Sin embargo, WikiLeaks calificó hoy en un comunicado de «día oscuro para la libertad de prensa» la orden y dejó claro que Assange apelará ante los tribunales británicos la decisión de Patel.
El periodista tiene, como última opción, la posibilidad de recurrir ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
La Justicia de EEUU reclama a Assange para procesarlo por 18 delitos de espionaje e intrusión informática a raíz de las revelaciones de su portal, que, según su equipo legal, pueden acarrear hasta 175 años de cárcel en ese país.
WIKILEAKS DICE QUE ASSANGE ES CASTIGADO POR SU TRABAJO
«Julian no hizo nada malo. No ha cometido ningún delito y no es un delincuente. Es periodista y editor, y está siendo castigado por hacer su trabajo», puntualizó WikiLeaks en un comunicado.
«El camino hacia la libertad de Julian es largo y tortuoso. Hoy no es el final de la lucha. Es solo el comienzo de una nueva batalla legal. Vamos a apelar a través del sistema legal, la próxima apelación será ante el Tribunal Superior. Lucharemos más fuerte y gritaremos más fuerte en las calles, nos organizaremos y haremos que la historia de Julian sea conocida por todos», añadió el portal.
AMNISTÍA INTERNACIONAL CRITICA LA MEDIDA
En tanto, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, lamentó en una nota la decisión de Patel y subrayó que permitir la extradición colocaría a Assange ante «un gran riesgo y envía un mensaje escalofriante a los periodistas de todo el mundo».
Entre 2010 y 2011, WikiLeaks expuso abusos de EE.UU. en su centro de detención de Guantánamo (Cuba) así como presuntos crímenes de guerra en Irak y Afganistán, además de revelar cientos de miles de cables diplomáticos confidenciales que avergonzaron a gobiernos de todo el mundo. EFE