Esta época del año para el hemisferio sur, en donde Cuenca está situada, tiene su inicio el 21 de junio y concluye el 22 de septiembre, cuando surge la primavera. El mismo día del solsticio que marca el comienzo del verano en el hemisferio norte, comienza el invierno en el hemisferio sur. Es la más fría de las estaciones climáticas, entre el otoño y la primavera, con días fríos, de baja radiación solar y noches heladas. Cuenca, hace parte del subcontinente de América del Sur, con las coordenadas geográficas de 2°54’02.0″Sur y 79°00’16.3″Oeste.
Esto motiva que nos encontremos siendo cobijados con un manto gélido de nubosidad que surge desde los vientos árticos. El invierno se produce debido a la inclinación permanente del eje planetario de 23,44° respecto a su plano orbital, merced a lo cual la Tierra se aleja o aproxima sus hemisferios del calor solar a lo largo de su órbita. Entonces, el invierno tiene lugar en la mitad del Planeta que esté más alejada del Sol en tanto que el verano tiene lugar en la mitad más próxima al astro rey.
El invierno tiene su inicio en el solsticio de invierno, es decir, cuando los rayos del Sol impactan lo menos directamente posible, y culmina tres meses después con el equinoccio de primavera, esto es, cuando el Sol impacta directamente sobre el ecuador terrestre. Esto hace que los días en invierno tengan menos horas de luz que los días en verano, es decir, que las noches sean más largas.
La mayoría de las culturas, vinculan el invierno con la muerte, la tristeza y la escasez, por ser una estación de retraimiento y no existen cosechas, los seres vivos buscan refugio o proceden con la hibernación, es decir se encierran en sus guaridas con el mínimo gasto de energía. Las plantas reposan y se predisponen a una primavera. Se debe proceder con podas y abonaduras que preparen el próximo ciclo vegetal. (O)