Exalcalde lidera un grupo ciudadano que asegura que se está afectando a la biodiversidad.
En el cantón San Fernando existe una polémica por un proyecto de recuperación ambiental de áreas degradadas en la laguna de Busa que tiene un avance del 75 %. Ciudadanos temen por una posible contaminación, mientras autoridades defienden los trabajos.
La municipalidad de San Fernando y el Gobierno Provincial del Azuay financian este proyecto por 40 mil dólares que trata de la extracción de la totora (planta acuática palustre), así como de lodo para recuperar alrededor de una hectárea de espejo de agua. La intervención está a cargo de una contratista que inició su labor el pasado mes de junio con un plazo de tres meses.
El malestar ciudadano se da por la presencia de maquinaria pesada en las márgenes de la laguna. Asimismo, por una acumulación de materiales extraídos del fondo del humedal que provocan además una mala imagen para los visitantes.
El exalcalde Marco Peña, quien en su administración impulsó el proyecto turístico de la laguna de Busa con apoyo del Gobierno Nacional, encabeza los reclamos. Peña manifestó que, “una máquina de oruga ha destruido la totora que es el hábitat de aves, peces y otras especies, además se afectaron senderos y árboles”.
Peña espera el informe de una inspección realizada el pasado lunes por técnicos del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE). Con esa documentación, dijo, iniciará los trámites legales que correspondan, entre estas, una acción de protección.
Intervención
Los directores ambientales, tanto del Municipio como del GAD Provincial, coinciden en que el proyecto garantiza la preservación de la laguna, además de proteger las especies silvestres. Los trabajos se sustentan en un estudio contratado el año anterior tras actualizar un Plan de Manejo Ambiental, donde se identifica la necesidad de retirar la totora y el lodo.
“El estudio dio como resultado que el agua de la laguna estaba sobrecargada de materia orgánica procedente de las labores ganaderas en predios colindantes. Esa materia orgánica tiene componentes que generan que la totora se multiplique rápidamente y afecte el espejo de agua”, citó Manuel Lozada, responsable de la Dirección Ambiental del Municipio de San Fernando.
Lozada aseguró que no se ha retirado en su totalidad la totora, puesto que el estudio determinó que se debe conservar menos de una media hectárea debido a que se tratan de áreas importantes de anidación y reproducción de especies.
Miriam Reibán, directora ambiental del GAD Provincial del Azuay, recalcó que cuando existe un crecimiento exagerado de la totora se disminuye el oxígeno disuelto en la laguna que pone en riesgo la vida de anfibios y peces. Comentó que se prevé que los trabajos contratados concluyan en un mes y medio. A partir de entonces, se necesitará de alrededor de 50 días para que las zonas intervenidas recuperen su vegetación.
Las instituciones prevén utilizar la totora para que los habitantes del cantón emprendan actividades artesanales, además el lodo -luego de un proceso de solarización- servirá como abono para la agricultura debido a la gran cantidad de nutrientes. San Fernando.- (BPR)-(I)
Verifican denuncia ambiental
La Dirección Zonal 6 del Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE) informó que técnicos de la institución en compañía de representantes del Gobierno Provincial del Azuay y del Municipio de San Fernando inspeccionaron el pasado lunes la laguna de Busa.
La inspección se dio ante una denuncia presentada con fecha 21 de julio, en la oficina de la Dirección Zonal 6, por parte de Marco Peña, exalcalde de San Fernando. La denuncia apunta a una destrucción y afectación de la biodiversidad del humedal.
Se constató que la extracción de la totora está contemplada dentro de un Plan de Manejo Ambiental que cuenta con permiso ambiental otorgado por el GAD Provincial del Azuay, quien tiene la competencia como autoridad ambiental de aplicación responsable desde noviembre de 2017.
La cartera de Estado recuerda que, en virtud de esta acreditación, el Ministerio de Ambiente le facultó desde entonces al GAD Provincial a llevar los procesos relacionados con la prevención, control y seguimiento de la contaminación ambiental, manejo, denuncias y sanciones dentro de su campo de acción, es decir la provincia del Azuay. (I)
DETALLES
– La laguna de Busa tiene alrededor de 11 hectáreas de agua: dos presentan inconvenientes por la totora. En el proyecto se extrae una hectárea de totora, ubicada en la parte noroccidental del atractivo natural.
– En el proyecto de recuperación de áreas degradadas de la laguna de Busa se invierte USD 40.000. El GAD Provincial aporta con USD 20.000 e igual monto el Municipio de San Fernando.