Bruna Ulloa, la cuencana campeona de danza oriental en Egipto

Por el lenguaje de su cuerpo, por la interpretación, por la música que usó, y por sus movimientos apegados a la técnica, la cuencana Bruna Ulloa se convirtió en la campeona, de la categoría profesional, del festival de danza oriental «Ahlan Wa Sahlan».

El evento se llevó a cabo entre el 20 y 27 de julio en El Cairo, Egipto. El festival es considerado como el más antiguo y reconocido del mundo en cuanto a la danza oriental se refiere. Bailarinas de docenas de países, cada año, arriban a la ciudad egipcia para desplegar su talento ante un jurado que analiza cada una de sus actuaciones.

Bruna, en el 2018, ya había participado en el festival. En aquel año alcanzó el tercer puesto en la categoría semiprofesional. Pero en esta ocasión, una vez que el evento de danza se retomó para ser desarrollado de manera presencial, la cuencana de 24 años decidió que era el momento de inscribirse como profesional.

Para eso se preparó día y noche, sola y en compañía, y, una semana antes del día de la competencia, llegó a El Cairo para pulir todo lo que había practicado. En jornadas de nueve y diez horas diarias, Bruna ensayó junto a maestros y maestras dedicadas a la danza oriental.

Para la competencia, Bruna creó una coreografía que estuvo acompañada por la música clásica oriental, un género difícil para quienes no son del oriente. Cuando se escoge ese tipo de música hay que traducirla e interpretarla acorde a los signos que se usan en la danza árabe.

“Yo tuve que interpretar la letra, que no está en mi idioma. Me tocó traducir las canciones y ver qué es lo que quiere decir, porque a veces hay un doble sentido… Los gestos que nosotros usamos en Latinoamérica no son los mismo que se usan allá”, contó Bruna a diario El Mercurio.

Una vez ensayados cada uno de los movimientos, una vez que supo cómo interpretar la canción de acuerdo a su coreografía, el 26 de julio Bruna hizo su presentación y se quedó con el primer lugar.

“Justo estuvo una bailarina, que yo le admiro muchísimo, en el jurado. Ella se me acercó y me dijo que le encantó como bailé, le encantó mi interpretación, porque hay muchas bailarinas que lo hacen con técnica, pero ella le gustó el alma que le puse a mi interpretación”, dijo Bruna.

Con el premio, Bruna se convirtió en la primera ecuatoriana en alcanzar un campeonato del nivel del festival Ahlan Wa Sahlan.

En su regreso a Cuenca, Bruna abrió su estudio, en donde, una vez más, está ensayando y enseñando. Su siguiente objetivo es continuar compartiendo el arte de la danza oriental entre grandes y chicos.

Para la cuencana la danza árabe no tiene género ni límite de edad, por esa misma razón es que quiere fomentarla en una ciudad que ya tiene algunos adeptos, y que están logrando grandes avances a un nivel profesional, como la propia Bruna. (I)

Andrés Mazza

Periodista y fotógrafo. Escribe sobre cultura, educación, migración y astronomía.

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