Mario Jaramillo Paredes
En temas menos repelentes que la violencia o las sapadas políticas, no sé si las normas vigentes lo permitan, pero una propuesta que se escucha cada vez con más frecuencia es la posibilidad de que agentes de tránsito controlen en vehículos, sin identificación institucional, el cumplimento de las normas de tránsito.
En otras palabras, que pasen desapercibidos para quienes se pasan de vivos.
La presencia de agentes de tránsito uniformados en vehículos oficiales en lugares conflictivos hace que aquellos conductores irresponsables -que son cada día más- se cuiden de no romper las normas, disminuyan la velocidad o respeten pasos peatonales o semáforos, por miedo a ser multados.
Las estadísticas oficiales dicen que la causa más frecuente de muerte en nuestro país es la de accidentes de tránsito. Los primeros lugares los ocupan: exceso de velocidad, irrespeto a los semáforos y señales de tránsito, especialmente a los pasos peatonales.
Es frecuente que esas causas vayan asociadas con consumo de licor y estupefacientes.
De acuerdo al Banco Mundial, Ecuador tiene una tasa de mortalidad de veinte decesos por cada cien mil habitantes lo que le convierte en el país con la quinta tasa más alta en América del Sur.
Ceder el paso al peatón es entre nosotros una rareza que la practican una minoría de gente civilizada.
El irrespeto se da tanto en choferes profesionales como en particulares. Por igual manejan en forma agresiva hasta límites criminales, como evidencian las trágicas consecuencias.
Es imposible en cualquier lugar del mundo tener un agente de tránsito en cada esquina o en todo sitio conflictivo en donde se rompen con más frecuencia los límites de velocidad o se irrespetan pasos peatonales o semáforos.
Los radares y las cámaras ayudan, pero no son suficientes.
Agentes de tránsito en vehículos que no tengan los distintivos institucionales, ubicados aleatoriamente en los sitios más conflictivos, podrían ser -en cambio -una buena forma de hacer que quienes irrespetan las normas, se sientan obligados a cumplir con las mismas o sean sancionados.
Sería no solamente un buen apoyo a las tareas de control sino también una buena forma de ir educando a tanto conductor irresponsable. (O)