El zoológico-refugio Yurak Allpa, dirigido por Alberto Vele, inauguró la semana pasada una granja interactiva con el objetivo de fomentar la educación ambiental y la conservación de la fauna. El zoológico ubicado en Tarqui alberga 20 especies de animales domésticos y 28 de la fauna silvestre como tigrillos, tapires, monos, guacamayos, avestruces, tucanes y aves de rapiña entre otros. Cualquier persona y sobre todo los niños pueden alimentar a los conejos, borregos, gallinas, burros y aprender a respetar la fauna y la flora. En la primera parte están los animales domésticos y en la segunda están los animales silvestres.
La visita de los turistas contribuye a la conservación de las especies. Los animales que se encuentran allí han sido rescatados para vivir en mejores condiciones; no es que han sido cazados para llevarlos al zoológico y para que las especies puedan ser conocidas por los visitantes. El propósito del zoológico-refugio es, sin duda, el fomentar la educación ambiental; este lugar pedagógico que busca generar enseñanza de saberes, valores, prácticas ambientales. Aquí, de manera informal, se promueve la conciencia ecológica y el cuidado ambiental.
La educación ambiental está ligada a la pedagogía interdisciplinaria; tienen un estrecho enfoque, está dirigida hacia la naturaleza y busca reconstruir la relación entre lo social, la economía y la naturaleza. Es una escuela de pensamiento que contribuye a comprender las causas de las diferentes problemáticas de la naturaleza, así como de lo social; además, promueve la conciencia, los conocimientos, las actitudes, la capacidad de evaluación entre otros propósitos. La educación ambiental ahora ha cobrado mucha popularidad para comprender mejor la naturaleza. (O)