El emigrante ecuatoriano, Marco Antonio Sinchi, de 34 años, salió desde Cuenca el 3 de agosto hasta Nicaragua con destino hacia los Estados Unidos, pero desapareció en el trayecto.
De acuerdo con un informe de 1800migrante, cuando él cruzó Centroamérica llamó a su esposa el 17 de Septiembre desde Ciudad Juárez (México), dijo que había llegado a Albuquerque.
Lo que sucedió después es un tragedia muy común, los coyoteros llamaron a sus familiares en Estados Unidos para indicarles que si deseaban comunicarse con Marco, tenían que pagar dinero extra que no estaba acordado. Les dijeron que estaba secuestrado.
Entre amenazas y extorsiones, los familiares depositaron 14.000 dólares más, adicionales a los 16.000 dólares que ya habían pagado por el viaje irregular a los coyoteros, ahora mismo tienen 30.000 dólares de deuda y una gran incertidumbre, ya que no saben si está secuestrado, vivo o muerto.
Sinchi, era un carpintero que se ganaba la vida en su taller, se endeudó solicitando préstamos para comprar maquinaria y hacer muebles.
“Tuvo un contrato medio grande y esta persona no nos pagó y ese fue el inicio de todos nuestras problemas, porque nos quedamos sin capital de trabajo y sacábamos solo para pagar la letra mensual del préstamo, a veces no nos quedaba ni para comer, después del Covid fue peor y ahí es donde decide mi marido irse a EE.UU”, menciona su esposa, quien está a cargo de sus dos hijos menores, en Sinincay.