Desde el correísmo se alzó la voz de una supuesta reducción del presupuesto que el Estado asignará a las universidades y escuelas politécnicas para el 2026, cuyo recorte ascendería a 129 millones de dólares; pero, desde el Gobierno y los expertos en Economía advierten que no existe tal reducción, sino un error en la comparación de las cifras.
Para el economista Javier Suárez, el error radica en que las cifras expuestas por los legisladores de la Revolución Ciudadana comparan dos aspectos que no se deberían comparar: el presupuesto codificado a septiembre del 2025 y la Proforma del 2026.
“Se compara lo comprometido de gasto hasta septiembre de 2025, que no quiere decir gasto efectivo y que incluye ampliaciones, reformas, asignaciones adicionales y recursos extraordinarios aprobados durante el año. Es decir, no se está comparando el presupuesto inicial 2025, con el presupuesto inicial 2026, sino un monto inflado por las modificaciones del año, con uno proyectado desde cero”, explicó Suárez.
El economista Mauricio Pozo coincide con Suárez, pues desde el correísmo no se está considerando que “casi siempre, por no decir siempre” hay una gran diferencia entre el presupuesto, que se aprueba en la Asamblea Nacional; lo codificado, que se ajusta a lo que se va gastando a lo largo del año; y, lo que finalmente se ejecuta, que depende de otros factores, incluido el nivel de gasto de las universidades.
Las cifras que se debieron comparar
Javier Suárez explicó que, si se comparan las cifras de forma adecuada, el presupuesto para las universidades y escuelas politécnicas que el Gobierno estableció para el 2026, en realidad, se incrementa.
Es así como el Fondo Permanente de Desarrollo Universitario y Politécnico (Fonpedeupo) crece en un 4,67 %, pasando de 1.199 millones de dólares presupuestados en el 2025 a 1.257 millones de dólares para el 2026, con un aumento de 58,27 millones de dólares.
En cuanto al rubro que el Estado asigna por gratuidad, la cifra entre los dos años se mantiene inalterable, con 183,96 millones de dólares; lo mismo pasa con el presupuesto para funcionamiento, que es igual para los dos años, de 16,67 millones de dólares.
El otro rubro que se incrementa es el de compensación, pasa de 49,39 millones de dólares, a 50,44 millones de dólares, con una variación de 1 millón de dólares, que equivale a 2,08 %.
En total, el presupuesto que el Gobierno estableció para las universidades y escuelas politécnicas en el 2026 tiene un aumento del 3,96 %, comparado con el presupuesto del 2025; es decir, 59,77 millones de dólares adicionales.
Las universidades recibirán más recursos
Si se compara de forma adecuada, según explicó el economista Santiago García, a todas las 32 universidades y escuelas politécnicas públicas, además de las 8 privadas que son cofinanciadas y las 3 de posgrado, se les ha asignado más recursos en la Proforma del 2026, que en la del 2025.
Poniendo como ejemplo a la Universidad Central, García señaló que, aunque efectivamente se establece un presupuesto menor para el 2026, en aproximadamente 2 millones de dólares; se debe considerar que de lo asignado en el 2025 le quedará 4 millones de dólares, que, en el caso de las universidades, no se liquida, es decir, se suma, lo que da como resultado un aumento.
Universidad de Cuenca tiene un incremento
Según lo publicado por la Revolución Ciudadana, el presupuesto de la Universidad de Cuenca para el 2026 sufriría una reducción de más 11 millones de dólares; sin embargo, las propias autoridades de la institución aclararon que no es así.
De acuerdo con las cifras entregadas por la Universidad, las asignaciones del Estado pasarán, entre el 2025 y el 2026, de 72 millones 731 mil dólares a 76 millones 250 mil dólares, es decir, se da un aumento de 3 millones y medio de dólares.
María Augusta Muñoz, directora de Planificación de Universidad de Cuenca, coincide con los expertos y con el Gobierno en que existe una lectura incorrecta de la Proforma del Presupuesto 2026, pues se considera el presupuesto codificado al 30 de septiembre de 2025, que es un valor que no solo contempla las asignaciones iniciales del Estado, sino también recursos adicionales generados por la propia universidad y otras incorporaciones durante el año. (I)









