Los animales silvestres no son mascotas: El riesgo de su tráfico ilegal

En el país y el mundo, cada 25 de junio se conmemora el Día Internacional contra el Tráfico ilegal de fauna silvestre.

El tráfico ilegal de animales silvestres en Ecuador y el mundo es crítico.

A diario se publican reportes de rescates de especies que viven en situaciones precarias.

Organizaciones, animalistas, entidades públicas y bioparques se encargan de recuperarlos y devolverlos a sus hábitats.  

Un ejemplo local de una entidad que ayuda a los animales silvestres es el Bioparque Amaru de Cuenca.

Esta entidad, solo en 2024, rescató a 431 especies de animales silvestres.

Según los administradores de este espacio, dedicado a la protección animal, cada vez se presentan más denuncias de personas que mantienen en cautiverio a ciertas especies.

Las más comunes, según Victoria Arbeláez, una de las administradoras de Amaru, son las aves y las tortugas.

Ella explica que estos animales son los “más sencillos” de conseguir, por lo tanto, representan un 70 % de los animales rescatados.

Argumentó que estos animales son los más sencillos de extraer de sus nidos par venderlos en las ciudades.

Las tortugas, por ejemplo, son fáciles de capturar en las orillas de los ríos de la Amazonía.

Organizaciones y acciones

La Asociación Latinoamericana de Parques Zoológicos y Acuarios (ALPZA) conmemora, por segundo año consecutivo, en 2025, el Día Internacional contra el Tráfico Ilegal de Fauna Silvestre.

Desde la organización se busca generar conciencia y acciones concretas para combatir la que consideran “una de las amenazas más urgentes para la biodiversidad”.

Por primera vez, organismos internacionales y asociaciones aliadas de otras regiones se integran oficialmente a esta iniciativa de ALPZA.

En total, 49 instituciones de 14 países de Latinoamérica que trabajan en la lucha contra el tráfico ilegal de especies silvestres.

El mensaje es el siguiente: “El mascotismo de fauna silvestre promueve el tráfico ilegal de especies” No compres, infórmate, protege.

Cifras alarmantes

El tráfico ilegal de fauna silvestre representa una crisis ambiental y de seguridad global

de proporciones masivas.

Se estima que estos delitos mueven miles de millones de dólares anualmente, compitiendo con el tráfico de drogas, armas y personas.

América Latina, la región con mayor biodiversidad del mundo, se ve particularmente afectada.

Actualmente, más de un millón de especies están en peligro de extinción, y el tráfico ilegal de fauna ha provocado una disminución de hasta el 71 % en las poblaciones de algunas de ellas.

A esta alarmante cifra se suma una realidad devastadora: 9 de cada 10 animales capturados por el comercio ilegal mueren durante el traslado.

Estas estadísticas reflejan la necesidad apremiante de actuar para frenar esta amenaza global contra la biodiversidad.

Las consecuencias de esta actividad son devastadoras, en las que las especies capturadas sufren:

  • Condiciones extremas
  • Enfrentan altos índices de mortalidad
  • Son apartadas de sus ecosistemas, provocando graves desequilibrios ecológicos

Además, esta actividad ilícita representa riesgos sanitarios significativos para las personas y ecosistemas, y viola múltiples normativas ambientales locales e internacionales.

Los que luchan contra el tráfico ilegal

Frente a esta grave amenaza, las instituciones que parte de ALPZA y sus aliados juegan un papel estratégico y multifacético.

Su labor es crucial en la rehabilitación de fauna víctima del tráfico ilegal y en el liderazgo de programas de conservación tanto ex situ como in situ.

Es importante destacar el impacto de su alcance: en los últimos siete años, solo los

miembros de ALPZA han recibido a 150 millones de visitantes.

Esta enorme afluencia genera un espacio idóneo para la sensibilización y promoción del aprendizaje sobre esta problemática crítica.

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REM

REDACCION EL MERCURIO

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