
El domingo 10 de agosto de 2025, la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess) anunció el inicio de una auditoría en el Hospital Universitario de Guayaquil después de confirmarse el fallecimiento de 12 neonatos.
Esta medida busca esclarecer las causas y garantizar la calidad en la atención neonatal.
Causas y bacterias vinculadas a los fallecimientos
El Ministerio de Salud Pública (MSP) informó el sábado 9 de agosto que las muertes se atribuyen a causas multifactoriales relacionadas con el estado crítico de los bebés, la mayoría prematuros o con condiciones clínicas complejas.
Además, dos casos estarían relacionados con la bacteria Klebsiella pneumoniae, responsable de infecciones graves como neumonía y septicemia.
Investigación y respuesta oficial
Ante denuncias sobre infecciones hospitalarias y posible reutilización de insumos médicos en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) en julio de 2025, el MSP negó la reutilización de materiales y descartó que 18 neonatos hayan fallecido, como se había reportado inicialmente.
La Fiscalía General del Estado (FGE) anunció el 10 de agosto que inició una investigación de oficio, tomando declaraciones de madres, personal médico y testigos para esclarecer responsabilidades.
Medidas tomadas y apoyo a las familias
El ministro de Salud, Jimmy Martin, anunció el 10 de agosto la destitución del gerente del hospital y ordenó brindar atención psicológica a las familias afectadas.
Además, el delegado de la Defensoría del Pueblo en Guayas, Gonzalo Ortega, realizó una inspección el mismo día y solicitó un informe detallado en un plazo de tres días sobre los insumos disponibles y las circunstancias de las muertes.
Reacciones de autoridades locales y compromisos
La Comisión de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes de la Asamblea Nacional convocó a las autoridades para que expliquen públicamente el caso.
El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, manifestó su condena por los hechos y se comprometió a facilitar recursos para la compra inmediata de insumos esenciales, como las cánulas nasales, cuyo costo no supera los cuatro dólares, para evitar que tragedias similares vuelvan a ocurrir.