Indigna y avergüenza el olvido y maltrato del Estado ecuatoriano al pueblo esmeraldeño, a la población de la provincia verde, a la gente de frontera, a quienes han sacrificado su vida y naturaleza para entregar al país la mayor fuente de ingresos. ¡Cómo puede ser posible tanta iniquidad! Es un pueblo que ha sufrido demasiado …


