Toda la justicia ecuatoriana y su organización patojea de la forma más clamorosa. Las argucias y desvergüenzas son tan francas y visibles, que el hombre más mentiroso e inescrupuloso queda como un varón sin rastro de mentira. Nuevamente el burro a la cebada. Otro juez, un Dr. Molina que para hacer más visible la felonía, …











