Este “Ecuador del alma”. Este Ecuador del “siempre y para siempre, ¡viva la patria!”. Este Ecuador del “Sí se puede”. Este “Ecuador profundo”, nada en un lodazal. Desde cuándo permitimos que nos embarren, que nos echen estiércol, que nos consideren pusilánimes, que nos escupan en la cara, que nos coloquen como “inri” la palabra corruptos, …











