OPINIÓN| Era el año de 1991 cuando empecé a escribir en Diario “El Mercurio” yendo a dejar las dos hojas de papel mecanografiadas en las oficinas de la “Padre Aguirre”, luego vino el correo electrónico. Primero fue mensual, posteriormente esporádico y desde hace quince años el miércoles de cada semana. Hay tiempo para todo. Si …


