Como si fuera una modelo profesional, Yolanda Avilés coloca su mano en la cintura, mira al frente y camina erguida, firme, con soltura. Al final del ensayo lanza un beso al público. Brilla con luz propia. Nunca antes ha participado en una pasarela, pero el deseo y las ganas de animar el desfile de modas …











