Esta semana ha sido como una densa niebla, en ese umbral donde no es día ni noche: sabemos, pero no sabemos. Los medios intentan ocultar la rabia latente de organizaciones sociales y comunidades que, desde sus territorios, han vivido ataques, desapariciones y encarcelamientos. Las ciudades, por su parte, despiertan lentamente; en la capital crece la …


