No sé por dónde empezar. Sin embargo, debo hacerlo. De lo contrario, las emociones que me abruman terminarán sepultando las débiles fuerzas que aún siento que me quedan. Desde hace dos semanas mi cabeza da vueltas y vueltas, como si al hacerlo pudiera atisbar, aunque sea de lejos, tu sombra o tu silueta. El llanto …











