¡No puede ser Dios mío, ayúdameee…! Me imagino que esas palabras las debe estar entonando Delfín Quishpe al ser sentenciado a cinco años de cárcel por el delito de tráfico de influencias. Al alcalde de Guamote, la justicia lo ha declarado culpable de adquirir insumos de bioseguridad a sobreprecio, en el contexto de la pandemia. …











