Esta historia empieza con nuestra protagonista: Elizabeth Holmes. Mientras estudiaba química en la universidad de Stanford, visitó la China y vio que muchos morían a causa de una enfermedad respiratoria. Pasó mucho tiempo haciendo prácticas concluyendo que era primitiva la manera de analizar la sangre: tomando varias muestras. Abandonó la universidad, acudió a varios inversionistas, …










