OPINIÓN| A respetar a Dios y a la naturaleza sobre todas las cosas; a saber entender y perdonar los errores de los seres humanos; a valorar y concebir que los momentos y los bienes espirituales complacen, regocijan y valen más que los bienes materiales. Tú me enseñaste a respetar lo ajeno, a saber escoger a …


