Para quienes impulsan un juicio político debe ser vergonzante quedar mal parados; de alguna manera, hasta zarandeados por el interpelado, como consecuencia de no tener pruebas contundentes sobre las acusaciones. Peor si el juicio está lleno de vicios legales en cuanto al procedimiento, de cambiar las causales inicialmente propuestas para esconder las reales intenciones, o …




