“No estén tristes, no merezco ni la más mínima de tus lágrimas. Si por mí han de hacer algo, les pido que continúen el legado de felicidad, honestidad y trabajo que inicié siendo mujer y que ahora emprendo desde la sagrada altura de lo divino”. LUEGO DE UNA LARGA VIDA LLENA DE BONDAD Y BENDICIONES …


