Luego del domingo 13 de abril, conocidos los resultados de las elecciones con una amplia mayoría del 56% de votos que acreditó el triunfo de Daniel Noboa, desde el día lunes, la gente sigue haciendo su vida con la paz y la seguridad que brinda la confianza democrática y la tradición cultural de honrar la dignidad humana a que todos somos acreedores.
Cuando el Ecuador requiere grandes cambios en el orden constitucional con visión de largo aliento, los planteamientos de Luisa González se redujeron al temario populista al proponer el ecuadólar y crear grupos paramilitares denominados “gestores de la paz” con la misión de organizar los barrios, eufemismo del sicariato para acallar a la oposición.
En una perspectiva destrabada del contexto natural del proceso humano, ofreció sustituir la misión formativa de los padres de familia, por la égida del estado que, mediante el sistema educativo, adoctrina y concientiza en la permisividad transgénero y la sumisión ante la dictadura.
Los planteamientos de la candidata de RC5 a más de su vinculación con la oclocracia de Maduro y más tiranías, abonaron su derrota electoral.
Daniel Noboa de ADN, marcó la diferencia al promover los valores cívicos del Estado de Derecho.
Cuatro años de gobierno del presidente Noboa, son un período trascendental, para generar con eficacia el desarrollo integral del Ecuador, luego de un año de gestión, dedicado con fortaleza a combatir la corrupción y al crimen organizado, el saneamiento fiscal y la superación de los problemas ambientales son temas de suma importancia para la vida social.
La inversión productiva, el trabajo, empleo y oportunidades de gestión son puntos a cumplir, siendo esencial la reforma institucional que priorice los derechos fundamentales de los titulares de los bienes jurídicos en la perspectiva de reivindicar las prestaciones del IESS, con especial atención a la salud y jubilación.
Fortalecer la familia y la cultura cívica son la clave de su misión.
Hemos decidido el futuro. (O)