El domingo 13 de abril, finalmente tuvimos motivos para celebrar, renovar la esperanza y agradecer.
Varios son los análisis que se están haciendo y se harán a lo largo de las próximas semanas, para tratar de entender y explicar los resultados electorales. Lo que no admite discusión es que el presidente electo de Ecuador es Daniel Noboa Azín, con el 55.61% de los votos válidos, frente al 44.39% de Luisa González, estando pendientes únicamente 127 actas y 70 con novedades (16 de abril 17h50).
Reprochable la actitud de González que se negó a reconocer los resultados y gritó fraude sin ninguna evidencia ni indicio, pretendiendo quizá soliviantar a las huestes correístas. Pocos le han hecho coro, sin pruebas: Diego Borja, Maduro, Petro, Correa; los propios coidearios de la mala perdedora, no la apoyan.
Hay cuestiones que sin ser expertos podemos colegir: la campaña de ADN dio frutos; los correístas se sinceraron frente a lo que pretendían hacer con el país; acudieron más votantes; apostamos por un país con libertades; rechazamos por tercera vez al socialismo del siglo XXI.
A muchos hay que agradecer, incluidos los de la RC5, pues como dice el refrán, el pez por su boca muere. (O)