Fue sorprendente, por decir lo menos, que Daniel Noboa quien está inaugurando su primer mandato de cuatro años haya aceptado que el Directorio de los Medios Públicos del Ecuador nombre como gerente general de la Empresa Pública de Comunicación a Marcela Holguín, fanática de la Revolución Ciudadana y adalid de Correa. Esto ocurre a pesar de que el presidente ha sido enfático en su rechazo al correísmo.
Esta empresa creada durante el gobierno del prófugo, gestiona en la actualidad tres medios estatales: Pública FM, la versión digital de El Telégrafo y Ecuador Tv. Si bien Holguín renunció a la curul por la provincia de Pichincha el pasado 27 de febrero, aparentemente demostrando su alejamiento de la RC, movimiento del cual fue coordinadora de bancada y una figura clave, no aporta ninguna garantía de que, por debajo de la mesa, intente favorecer a su antiguo jefe desde su nuevo cargo.
Su hoja de vida no ha sido muy limpia que digamos pues fue investigada por supuesta incitación a la violencia junto a Marcela Aguiñaga y Gabriela Rivadeneira, dos grandes fichas del correísmo, durante el paro nacional del 2019. El 14 de marzo del 2023 siendo la primera vicepresidenta de la Asamblea, enfrentó reclamos en el Pleno por haber viajado a Irán -a comienzos de ese año- encabezando una comitiva formada por Johana Ortiz, Viviana Veloz y Pamela Aguirre en representación de esta Función del Estado, a un foro organizado por el gobierno iraní, pese a que el Gobierno ecuatoriano condenó la represión a la que están sometidas las mujeres en ese país.
En ese entonces, Vanesa Freire, exintegrante del correísmo, opinó lo siguiente sobre el viaje de sus compañeritas: “Bien aprendido tienen en cuanto a seguir las acciones de un misógino, por eso se les hizo tan fácil ir a Irán a aplaudir a un Gobierno misógino”.
El “Nuevo Ecuador” que Noboa quiere construir y que, además, es el que todos anhelamos, debe estar exento de serpientes venenosas o correístas -que da lo mismo- pues en el momento menos pensado pueden lanzar sus mordidas mortíferas, que son su especialidad -como muestra un botón: su exvicepresidente- y así obstaculizar el proyecto que tiene preparado para sacar adelante al país. Si Holguín tiene un poco de dignidad, debería renunciar por voluntad propia luego del rechazo que los ecuatorianos han expresado por su nombramiento.
Hasta la entrega de este artículo, el presidente no la ha removido del cargo. Esperamos que lo haga pronto. (O)