El guardaparques como su nombre lo indica, es la persona que está dedicada al cuidado y la protección de la áreas y parques silvestres o naturales, por lo que ellos son los responsables de proteger los recursos naturales. Estos agentes de conservación que se preocupan del cuidado de las áreas protegidas también cuidan a los visitantes y tienen relación con las comunidades y con las personas colindantes para pedir colaboración y respeto a la naturaleza. Además, cuidan la fauna y la flora y tienen la dura responsabilidad de preservar el equilibrio ecológico reduciendo el deterioro ambiental.
El guardaparque es una persona honesta, culta, respetuosa, que tiene un conocimiento teórico sobre el cuidado de la naturaleza. Ellos promueven la educación ambiental, saben dialogar con las comunidades y vecinos de las áreas protegidas. Son los que están dedicados al cuidado del medio ambiente, deben saber desenvolverse en cualquier área protegida, veinte y cuatro siete, en el páramo, las montañas, los bosques o la selva muy fría o tropical. Saben mantener a sus caballos en cualquier tipo de camino, ellos nunca se pierden.
Aquí en el Azuay los guardaparques son tratados como “la última rueda del coche”, mas bien son maltratados. No tienen medio de transporte, sus motos no funcionan desde hace mucho tiempo, no tienen caballos ni arreos, ni aperos, muchas veces no pueden llegar a sus lugares de trabajo y las áreas protegidas quedan a la “buena de Dios”. Entonces allí el pastoreo privado abunda y los cazadores furtivos “se dan el lujo” de matar los venados y de pescar en ríos y lagunas con redes. No tienen uniformes, ni ropa para el frío. Esto se puede comprobar en el Parque Cajas, en el área de Can Can (Soldados) o en Quimsacocha, donde la casa de guardianía está por caerse. (O)