Ha corrido mucha agua bajo el puente, que me sugirió la idea de recoger algunas vivencias de aquellos años, que ha pesado de manera irreversible en mi conducta, mi concepción del mundo, y mi existencia toda.
Un verdadero examen de conciencia ¿? Simplemente una revisión de las ideas adquiridas, teniendo en cuenta que es lo verdadero, y eso no puedo hacerse de un simple tajo. Pues cada época encontré a hombres y mujeres de una talla intelectual, escritores, poetas, artistas…obreros; desde luego en aquellos tiempos difíciles de buscar concordancia desde el punto de vista del pensamiento militante, en cuanto a la actitud asumida por el hombre frente al mundo.
Había recibido en grado diverso la influencia del marxismo, que se tradujo sobre todo en una actitud crítica ante la sociedad existente. Abriendo paso a corrientes contradictorias. El existencialismo francés fue muy leído porque apelaba a la acción y a una literatura comprometida…En cuanto al cristianismo en la que me eduqué, me prometía recompensar: “sed alegre y contento, que todo será contado en el cielo” …Siempre encontré como el teatro de lo absurdo, quiero decir que he dejado de estar de acuerdo con muchas de las cosas, pues estoy convencido que hay que devolver su sitio a la esperanza y reafirmar mi conciencia como dueño de mi destino.
La conciencia y la realización humana son intransferibles, como individuos, y sus estilos no pueden repetirse, en muchas ocasiones no se trata de buscar desde el punto de vista del pensamiento, sino de encontrar similitudes en cuanto a la actitud asumida por el hombre frente al mundo. Los que tienen mi edad comenzamos por pertenecer a una generación del renacer de aquellos viejos mitos e interpretados libremente. ¡Qué bello que es vivir con una conciencia tranquila! (O)