Peregrinos y monjes acuden al monasterio ortodoxo del Monte Athos situado al norte de Grecia. La “Montaña Sagrada” fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1990. Aunque este sitio tiene importancia universal, no está abierto “universalmente”. Desde el año 1036 d.C., tanto las mujeres como los animales hembras tienen prohibida la entrada, con excepción de las gatas. La tradición ortodoxa sostiene que el Monte Athos pertenece a la Virgen María y que ninguna otra mujer puede visitar sus sagradas tierras.
En Japón, el Monte Omine también está vedado a las mujeres por la distracción que supondrían para los peregrinos masculinos como por la presencia de mujeres menstruantes en los rituales. Cuando este lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 2004, más de 10.000 mujeres pidieron que se levantara la prohibición de su entrada sin ningún resultado. En la actualidad, esta absurda restricción sigue siendo objetada.
Otro patrimonio de Japón que prohíbe la entrada a las mujeres es la isla sagrada de Okinoshima que está habitada por sacerdotes que veneran a tres diosas marinas del lugar. En el 2017, un funcionario explicó que el viaje a la isla era considerado peligroso para las mujeres y que, por su seguridad, se les prohíbe la entrada al santuario.
Quien creyera que en la Europa liberal, específicamente en Hamburgo, hay una calle prohibida a las mujeres que no sean trabajadoras sexuales. Aunque la calle es pública hay barreras y carteles que prohíben la entrada a turistas femeninas y a varones menores de 18 años. Estas barreras tienen un pasado siniestro: en 1933, los nazis cerraron la calle con barreras para evitar que las meretrices infectaran la moral de los alemanes e incitar su persecución llevándolas a campos de concentración en donde sus historias se perdieron en el tiempo. En las calles aledañas hay placas conmemorativas en su honor, y de su dolor.
La versión afgana del Gran Cañón, Band-e-Amir, es el primer parque nacional en Afganistán con altísimos acantilados, lagos y presas naturales. Fue inaugurado en el 2009 y empleó a las primeras mujeres guardabosques del país. Sin embargo, en el 2023, el gobierno talibán a través del Ministerio de Prevención del Vicio, anunció que este lugar estaba vedado para las mujeres: una medida, entre muchas más, diseñada para alejarlas de la vida pública. Por ahora, las únicas mujeres que pueden disfrutar de estos paisajes son las que viven en esa región pintoresca. (O)