Por más que uno quiere enfocarse en otras cosas, el alcalde de Cuenca “da papaya”, no mismo puede controlarse… es que la esencia aflora.
No tengo memoria de otra persona que haya ocupado el importantísimo cargo, que se comportara como Zamora, como dirían mis mayores, es el colmo. Hace gala de prepotencia casi cada vez que abre la boca.
En sesión del Concejo Cantonal, cuando la Concejal Peñafiel pide información al gerente de la EMOV, sobre el perfil de Dario Chogllo, jefe del SERT, raudo y veloz toma la palabra Zamora y dice: “yo puede nombrarle señora Concejal a quien yo desee…y le voy a seguir nombrando hasta que termine mi administración” (sic), arrogándose atribuciones que no le corresponden, por más Presidente de la empresa que sea. Clarito está que él ha ordenado el nombramiento.
Otro episodio lamentable protagonizó –se siguen sumando-, cuando declara paladinamente en una red social, que la Alcaldía es su hobby y vocación dice ¿?, respondiendo malamente a un usuario que lo cuestionó por una publicación.
Sin duda, Cuenca se merece un Alcalde que entienda que el cargo es de una responsabilidad enorme, no un espacio para hacer lo que se le venga en gana, ni un pasatiempo. (O)