Alerta

No es ningún secreto, que para que un país progrese, el Estado debe garantizar a su población la mejor calidad de educación.

La responsabilidad recae entonces en el sistema educativo, la familia, la sociedad y finalmente en los propios individuos.

En varios ámbitos en los que desarrollo mis actividades, una preocupación recurrente es la modalidad de educación y las características del sistema educativo ecuatoriano.

No quiero caer en el lugar común de que todo tiempo pasado fue mejor, pero, preocupan algunos temas como: la falta de autoridad que en la actualidad tienen los docentes; y, los pocos límites que se pueden imponer a los educandos, así como los pocos que se ponen a los hijos y que los padres permiten a quienes cuidan de los suyos.

Cuando era estudiante de lo que hoy se conoce como inicial, básica y bachillerato y cuando mis hijos cursaron esos niveles, lo mínimo –en general- era respaldar al profesor en su rol de líder y formador, así como en la disciplina necesaria en sus clases y someterse como padres y estudiantes a las normas y metodología del colegio elegido.

Hoy muchos padres y madres, pretenden que el establecimiento se acople a su parecer, exigiendo trato particular y diferenciado para sus hijos, sin que tengan ninguna condición o necesidad especial, propiciando con ello la proliferación de potenciales manipuladores o tiranos. (O)

Dra. Tatiana Neira

Doctora en Jurisprudencia y Abogada. Docente universitaria y ciudadana comprometida con la defensa de los Derechos Humanos. Articulista de medios de comunicación.

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