Tan cierto es que el cuerpo humano está compuesto de 75 % de agua, como cierto es que la superficie del planeta está cubierta de agua en un 70 %; de ahí, apenas el 3 % sirve de recurso para la sobrevivencia de los seres humanos como un proceso fisiológico que va desde la hidratación hasta lo que se necesita para agricultura, ganadería y por supuesto, la biodiversidad.
El agua y lo concerniente a la sustentabilidad de San Gerardo, Chumblín, Girón, Tarqui, Victoria del Portete y Cuenca, invita a preguntarnos ¿Qué es una provincia con vida? Simple, es una envoltura natural, viva y protectora, lejana de toda acción minera.
A partir de la exploración, extracción, procesamiento, comercialización hasta llegar al perjuicio de las personas y de la naturaleza como sujetos de derechos, se propaga un detrimento de variables objetivas, como instrumentos de producción; asociativas, relacionado al trabajo; subjetivas, en torno a las cualidades humanas; simbólicas, como expresión cultural; e intelectuales, como explicación de lo social y natural; lo cierto es que todas estas características son tan nocivas como dóciles ante al limitado conocimiento que nos permitimos tener, ante la advertencia desapercibida, pero sobre todo, ante lo maquinado años atrás y que pocos lo vieron venir.
Es así que en el 2008 se dio el mandato constituyente No. 6 que ordenó extinguir las concesiones mineras en áreas naturales y bosques protegidos; cuatro años después, se declara a Quimsacocha, bajo Acuerdo No. 007 del MAE, como Área Nacional de Recreación; y, en el mismo año, dicha cartera de estado traspasó a este municipio, tres millones de dólares destinados para la compra de 3.217 ha., que servirían para protección de la zona; en definitiva, tres referencias históricas-ambientales de las que muy poco se conoce y que así mismo, solo pocos se atreven a conocer y a hablar con la verdad.
Lo correcto es responsabilizar a los deficientes mentales del 2008, a ese grupito de endebles acostumbrados a generar caos politizado ¡A ustedes, si a ustedes! a los que lanzan su cobardía, corrupción y obscura redención cual energía eólica, se les acabó “el teatrito”; la verdad es una sola y se contará sola a depender de la justicia en cumplimiento con el principio de independencia. Entendamos que no es un tema ni político, ni legislativo, es un tema que está en manos de la justicia conforme la sentencia del 2023.
¡Por el agua y la continuidad de la vida! (O)