La ONU es una organización desprestigiada. Existe, pero actúa muy poco; más bien complica todo, defiende a dictadores, gobiernos pusilánimes, no tiene posiciones firmes respecto a la guerra entre naciones, emite mensajes tibios: en realidad es un fiasco.
Por eso a Marco Rubio, el poderoso secretario de Estado norteamericano le importa muy poco lo que piensen los jerarcas de las Naciones Unidas, cuando EE. UU. tiene información, datos relevantes, pruebas irrefutables de la actuación de Maduro en el mundo de la cruenta dictadura venezolana, la relación con el bajo mundo de las drogas y su brazo ejecutor el cartel de los Soles, un secreto a voces existente desde hace muchos años.
Su visita a Ecuador fue fundamental en este tiempo de inseguridad y guerra interna que libra el gobierno del presidente Noboa con los grupos terroristas afincados en el país. Un espaldarazo para reconocer los esfuerzos de la sociedad civil y el aparato estatal, para la erradicación de este lastre. La presencia de Rubio permitió que los alcaldes de las tres principales ciudades del país, dejando a un lado las tan odiosas diferencias políticas, se unan y expongan su afán de trabajar denodadamente para limpiar esta miseria.
Rubio un Republicano fuerte, aparte de ser el primer hispano en manejar el cargo más alto de confianza con el presidente estadounidense, es reconocido por su influencia en las decisiones de Trump lo cual fue aprovechado por Ecuador para conseguir fondos de ayuda, y así seguir combatiendo a los grupos de delincuencia organizada. Muy pronto, espera recibir capacitación para mejorar el desempeño del Centro Nacional de Inteligencia y la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE).
Una breve visita, pero llena de mensajes esperanzadores que a muchos dogmáticos no les gusta, bajo ese trillado cacareo de la irrupción en la soberanía nacional. Se evidenció, por ejemplo, al correísmo resquebrajado entre quienes siguen la línea dura de Bélgica y aquellos que apoyan el cambio de liderazgo. El jueves pasado con 83 votos de ADN y aliados a favor y 53 negativos de RC, el pleno de la Asamblea Nacional aprobó una resolución para respaldar al Ejecutivo en la declaración al cartel de los Soles y al Tren de Aragua como organizaciones terroristas. A este cometido ya se sumaron países como Perú, Paraguay, Argentina, República Dominicana, y muy pronto se incorporarán naciones afectadas directa o indirectamente por el tráfico de sustancias prohibidas.
Para el Ecuador, el próximo paso será encontrar el mejor camino para concretar un acuerdo de libre comercio con EE. UU. beneficioso, sobre todo, para las empresas exportadoras de productos hacia nuestro principal socio comercial. Para esto, es fundamental transparentar la posición de Trump respecto a su política arancelaria, muy cuestionada por los vaivenes de sus decisiones, que rompen conceptos fundamentales del libre comercio mundial, percibiéndose, en muchos casos, como injustas, y ausentes de reglas claras.
Un Estado requiere paz, y seguridad jurídica para avanzar. Se van dando pasos serios, muchos gravitantes; se toman decisiones radicales, inéditas en algunos casos. Hay que apoyarlas, sin soslayar la problemática social. (O)